sexta-feira, abril 29, 2005 |
Boa semana! |
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posted by George Cassiel @ 5:30 da tarde |
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Ausente... |
na próxima semana não haverá posts. Estarei aqui:
Bad Schönbrunn, Suiça. Apetece levar Thomas Mann debaixo do braço! |
posted by George Cassiel @ 10:23 da manhã |
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quinta-feira, abril 28, 2005 |
Novo Kundera |
" Un rideau magique, tissé de légendes, était suspendu devant le monde. Cervantes envoya don Quichotte en voyage et déchira le rideau. Le monde s'ouvrit devant le chevalier errant dans toute la nudité comique de sa prose... c'est en déchirant le rideau de la pré-interprétation que Cervantes a mis en route cet art nouveau ; son geste destructeur se reflète et se prolonge dans chaque roman digne de ce nom ; c'est le signe d'identité de l'art du roman. " diz a Gallimard.
Também já traduzido em espanha!: "El telón" pela Tusquets Editores.
Aqui ficam alguns excertos desta tradução:
"Teoría de la novela Fielding fue uno de los primeros novelistas capaces de pensar una poética de la novela; cada una de las dieciocho partes de Tom Jones empieza con un capítulo dedicado a una especie de teoría de la novela (teoría ágil y placentera; porque así es como teoriza un novelista: conservando celosamente su propio lenguaje, huyendo como de la peste de la jerga de los eruditos).
Fielding escribió su novela en 1749, por tanto, dos siglos después de Gargantúa y Pantagruel y un siglo y medio después del Quijote; sin embargo, a pesar de que apele a Rabelais y a Cervantes, para él la novela es siempre un arte nuevo, aunque se erija él mismo en “fundador de una nueva provincia literaria...”. ¡Esta “nueva provincia” es hasta tal punto nueva que todavía no tiene nombre! Más exactamente, en inglés tiene dos nombres, novel y romance, pero Fielding se niega a emplearlos porque, apenas descubierta, ya invade la “nueva provincia un enjambre de novelas estúpidas y monstruosas” (“a swarm of foolish novels and monstruous romances”). Para que no le metan en el mismo saco que a aquellos a quienes desprecia, “evita con todo cuidado el término de novela” y designa este arte nuevo con una fórmula bastante alambicada, pero notablemente exacta: un “texto prosai-comi-épico” (“prosai-comi-epic writing”).
Intenta definir ese arte, o sea, determinar su razón de ser, delimitar el terreno de la realidad que debe alumbrar, explorar, captar: “El alimento que proponemos aquí [...] a nuestro lector [...] no es otro que la naturaleza humana”. La trivialidad de esta afirmación es sólo aparente; entonces aparecían en la novela historias divertidas, edificantes, entretenidas, pero sin más; nadie le habría concedido un objetivo tan general, por tanto tan exigente, tan serio como el examen de la “naturaleza humana”; nadie habría elevado la novela al rango de una reflexión sobre el hombre como tal.
En Tom Jones, Fielding se detiene de pronto en medio de la narración para declarar que uno de los personajes le deja estupefacto; su comportamiento le parece “el más inexplicable de los absurdos que jamás se le haya metido en la mente a esa extraña y prodigiosa criatura que es el hombre”; en efecto, el asombro ante lo “inexplicable” en “esa extraña criatura que es el hombre” es lo primero que incita a Fielding a escribir una novela, la razón de inventarla. La “invención” (en inglés también se dice >“invention”) es la palabra clave para Fielding; apela a su origen latino, inventio, que quiere decir “descubrimiento” (discovery, finding out); al inventar su novela, el novelista descubre un aspecto hasta entonces desconocido, oculto, de “la naturaleza humana”; una invención novelesca es, pues, un acto de conocimiento que Fielding define como “penetrar rápida y sagazmente en la verdadera esencia de todo lo que es objeto de nuestra contemplación” (“a quick and sagacious penetration into the true essence of all the objects of our contemplation”). (Frase notable; el adjetivo “rápido” –quick– da a entender que se trata del acto de captar un conocimiento específico en el que la intuición desempeña un papel fundamental.)
¿Y la forma de ese “texto prosai-comi-épico”? “Como fundador de una nueva provincia literaria, tengo plena libertad para dictar las leyes de esta jurisdicción”, proclama Fielding, y se defiende por adelantado contra todas las normas que quisieran imponerle esos “funcionarios de la literatura” que para él son los críticos; él define la novela, y eso me parece capital, por su razón de ser; por el terreno de realidad que debe “descubrir”; su forma, en cambio, apela a una libertad que nadie puede limitar y cuya evolución será una perpetua sorpresa."
(...)
"Historia de una conversión Busco en mi biblioteca Madame Bovary, en la edición de bolsillo de 1972. Hay dos prefacios, el de un escritor, Henry de Montherlant, y el de un crítico literario, Maurice Bardèche. Los dos creyeron de buen gusto distanciarse del libro, del que sólo otean la antecámara. Montherlant: “Ni esprit [...] ni novedad de pensamiento [...] ni vivacidad en la escritura, ni agudezas imprevistas, ni raza, ni singularidades: Flaubert carece de genio hasta un punto que parece poco creíble”. Sin duda alguna, sigue diciendo, puede aprenderse algo de él, pero a condición de que no se le conceda más valor del que tiene y de que se sepa que no está hecho “de la misma pasta que un Racine, un Saint-Simon, un Chateaubriand, un Michelet”.
Bardèche confirma ese veredicto y cuenta la génesis del Flaubert novelista: en septiembre de 1848, con veintisiete años, lee a un pequeño círculo de amigos el manuscrito de La tentación de san Antonio, su “gran prosa romántica”, en la que (sigo citando a Bardèche) “depositó todo su corazón, todas sus ambiciones”, todo su “gran pensamiento”. La condena es unánime, y sus amigos le aconsejan deshacerse de sus “vuelos románticos”, de sus “grandes movimientos líricos”. Flaubert obedece y, tres años después, en septiembre de 1851, emprende Madame Bovary. Lo hace “sin placer”, dice Bardèche, como “un castigo” contra el que “no deja de echar pestes y quejarse” en sus cartas: “Bovary me amodorra, Bovary me aburre, la vulgaridad del tema me da náuseas”, etcétera. Me parece inverosímil que Flaubert haya asfixiado “todo su corazón, todas sus ambiciones” sólo para seguir, de mala gana, la voluntad de sus amigos. No, lo que cuenta Bardèche no es la historia de una autodestrucción. Es la historia de una conversión. Flaubert tiene treinta años, el momento indicado para romper su crisálida lírica. Que luego se queje de que sus personajes son mediocres es el tributo que debe pagar por la pasión en que para él se ha convertido el arte de la novela y su campo de exploración, que es la prosa de la vida."
(...)
"El veredicto de Marcel Proust En En busca del tiempo perdido, Proust lo dice con claridad meridiana: “En esta novela [...] no hay un solo hecho que no sea ficción, [...] no hay un solo personaje ‘en clave”. Por más estrechamente que esté vinculada a la vida del autor, la novela de Proust se sitúa, sin equívocos, al otro lado de la autobiografía; no hay en ella ninguna intención autobiográfica; el autor no escribió esta obra para hablar de su propia vida, sino para iluminar en los lectores la vida de ellos: “Todo lector es, cuando lee, el propio lector de sí mismo. La obra del escritor no es más que una especie de instrumento óptico que ofrece al lector para permitirle discernir aquello que, sin ese libro, él no podría ver de sí mismo. El hecho de que el lector reconozca en sí mismo lo que dice el libro es la prueba de la verdad de éste...”. Estas líneas de Proust no definen tan sólo el sentido de la novela proustiana; definen el sentido del arte de la novela a secas. " |
posted by George Cassiel @ 4:46 da tarde |
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terça-feira, abril 26, 2005 |
Novas leituras |
Os fins de semana prolongados têm estas vantagens... festeja-se a liberdade, comemora-se o Dia do Livro e renovam-se as leituras.
Aqui abracei novamente Iris Murdoch e embrenhei-me em Wenceslau de Moraes. Não são novidades. Mas são recomendáveis! |
posted by George Cassiel @ 12:49 da tarde |
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Novidades francesas |
Jean Baudrillard - "Cool memories V" - Galilée, 148 pp., 23 €
Jean Baudrillard - "Cahier de l'Herne" dirigé par François L'Yvonnet - Editions de l'Herne, 328 pp., 49€
Baudrillard et le cinéma du réel por Gérard DUPUY (14/4/2005 Liberation)
Dans une de ces brochures qu'il sème par poignées, A propos d'Utopie (1), Jean Baudrillard résume son parcours commencé à Reims le 27 juillet 1929 : «Je suis passé d'abord par une radicalité poétique et métaphysique Hölderlin et Rimbaud... , entre vingt et trente ans, à la subversion politique, la Guerre d'Algérie, le gauchisme, etc. Ensuite, il y a eu un passage où il a fallu transformer la radicalité politique qui n'avait plus d'enjeux pour laquelle on ne sentait plus d'enjeux... en une radicalité théorique. C'est un parcours, somme toute, qui n'a rien d'original.» Rien d'original ? Peut-être, mais seulement dans la mesure où Baudrillard est plus singulier encore qu'original, ce dont ses lecteurs peuvent aujourd'hui mieux prendre la mesure.
Parmi les signes de la reconnaissance que s'est gagnée un écrivain ou penseur français contemporain, un des plus éloquents est de lui voir consacrer une de leurs monographies par les Editions de l'Herne. Cela vaut une exposition au Grand Palais, ou presque. Le Cahier Baudrillard ne déroge pas à la règle de la série. Il est copieux et inégal, passionnant quoique gâché par son ton uniment élogieux. Impossible de résumer les quelque trente contributions signées le plus souvent par des enseignants. L'oeuvre de Baudrillard y est reprise sous toutes ses facettes : la sociologie, les Amériques, l'échange, l'événement, l'architecture ou la photographie (entre autres). Une collaboration se détache de l'ensemble, qui sera sans aucun doute la plus lue, c'est celle du monographié lui-même.
Il est d'abord présent des deux côtés de l'appareil photographique. Comme objet, d'abord, dans une sorte de simulation du rituel de la biographie en images : le bébé Jean cul nu sur son coussin, le même en premier communiant puis en pioupiou pour finir en toge de docteur honoris causa. Un choix d'oeuvres du photographe désormais reconnu qu'est Baudrillard découvre un univers à la fois déshabité et apaisé, fugitif et sans drame suspendu. Mais, surtout, on trouvera dans ce cahier quelques trouvailles sorties des tiroirs de l'auteur, où certaines attendaient depuis plus d'un demi-siècle comme ses traductions de neuf poèmes de Hölderlin qui rappellent que Baudrillard a commencé puis abandonné une carrière de germaniste.
Un texte de 1948 permet de le découvrir en pataphysicien virulent (et d'ailleurs d'origine contrôlée, car il a été initié à Jarry très jeune par son prof de philo). Or ces diatribes ubusiennes pourraient presque être postdatées d'un demi-siècle. Certes, Baudrillard n'écrit plus aujourd'hui «l'esprit pataphysique est le clou dans le pneu le monde une vesse-de-loup. (...) Le pet est à l'origine du souffle». Mais on trouve déjà, dans cette esquisse d'une «unique solution imaginaire à l'absence de problème», des anticipations fulgurantes de l'antiréalisme radical auquel il a abouti («il n'y a rien à tirer de la mort» ; «il y a la façade et rien derrière» ; «l'humour veut l'humour à l'égard de l'humour»). Ce texte s'oppose explicitement à Artaud, mort la même année et coupable en somme de gnosticisme inachevé, car il «veut la revalorisation de la création et de la mise au monde. (...) Il croit qu'en perçant cet abcès de sorcellerie, il coulera beaucoup de pus, mais à la fin quand même bon dieu du vrai sang» alors que la pataphysique, «contraste parfait (...) est exsangue et ne mouille pas, évoluant dans un univers parodique». Dans Oublier Artaud (1), Baudrillard revient d'ailleurs sur cette opposition, qu'il relativise car «elle a quelque chose de rhétorique» tout en maintenant une certaine distance («Artaud avait encore une expérience culturelle»).
Chercher à savoir en quoi une critique de l'utilitarisme peut être utile est une manière de retomber dedans. Comment en effet s'opposer théoriquement au bien (au discours bienveillant) sans faire de cette opposition une chose positive, louable et finalement bonne ? «La distance analytique s'évanouit à l'usage. Le discours critique devient la pure et simple métastase de la réalité qu'il analyse elle-même devenue critique par capillarité, et perméable au pire. Positif et négatif sont de mèche comme charité et cruauté, comme violence et compassion.» Si la forme littéraire adoptée par Baudrillard s'est peu à peu soustraite à la norme des sciences humaines et de l'essai suivi, c'est pour échapper à la fatale pesanteur d'une démarche argumentative. D'où son usage d'une écriture par fragments, dont la sidération coupe court à l'enlisement (sa hantise pérenne du trop-plein : «il y a trop de tout partout») : «L'aphorisme, c'est prendre une distance telle qu'un horizon de la pensée se dessine sans qu'elle se referme jamais sur elle-même.»
Baudrillard a donné congé à la réalité mais il ne cesse pas pour autant d'observer sa mutation «hyperréelle», inventant ainsi une forme paradoxale de journalisme dont ses chroniques à Libération dans les années 90 ont donné l'exemple (son constat selon lequel «la guerre du Golfe n'a pas eu lieu» est devenu célèbre). La forme aphoristique qu'il a choisie permet à ce spectateur très dégagé de tenir depuis 1980 une sorte de journal de bord, publié en volumes baptisés Cool memories (le cinquième vient de paraître). Les registres subjectif du diariste et objectif de l'observateur s'y entrecroisent. Cela va de notations rêveuses («l'innocence, cette forme légère de déficience mentale, a le même effet aphrodisiaque que la douceur de la peau») à des remarques sur l'époque («De fait, pour nous, l'Histoire est finie, au sens où elle se déroule toute seule, en pilotage automatique et le plus souvent en boucle : nous sommes au-delà du miroir de l'histoire, dans une actualité désincarnée. Mais les autres, ceux qui n'ont pas connu ce stade, ne peuvent qu'y aspirer ou, éventuellement, en détruire les symboles dont cette puissance occidentale en laquelle culmine tout ce qui a pris forme d'histoire»). La brièveté des fragments semble faite pour pousser les journalistes au péché de citation. Ainsi ce conte moral : «Deux amants veulent se faire un cadeau l'un à l'autre. Mais ni l'un ni l'autre n'en ont les moyens. Elle sacrifie sa splendide chevelure brune pour lui offrir un bracelet de montre en platine. Et lui choisit de vendre sa montre pour lui offrir un coffret de peignes en écaille pour sa chevelure.»
Discrètement, Cool memories V laisse percer quelques échos intimes : «Il éprouva soudain une douleur aussi violente que si elle était réelle.» Le corps est à la peine mais «la tête est claire et dure». Le funambule danse sur le fil d'un rasoir bien trempé.
(1) Chez Sens & Tonka (7€). Ce même éditeur publie «Oublier Artaud» (5,5€), «A l'ombre du millénaire» (5,5€) et «le Complot de l'art» (12€). |
posted by George Cassiel @ 12:59 da manhã |
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Do Brasil... sites de literatura - VII |
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posted by George Cassiel @ 12:55 da manhã |
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sexta-feira, abril 22, 2005 |
Bom fim de semana! |
"Woman reading letter", mosaico de Laura DiNello. |
posted by George Cassiel @ 3:20 da tarde |
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Barcelona: um ano de livros* |
* in El cultural, por Martín LÓPEZ-VEGA:
"Aunque la celebración cada vez llega a más lugares, el Día del Libro, Sant Jordi, sigue siendo una fiesta muy barcelonesa: en la capital catalana estarán este fin de semana todos, editores, autores, lectores. Este año Barcelona celebra además el Año del Libro y la Lectura, que acoge diversos homenajes, encuentros y exposiciones.
Sergio Vila-Sanjuan, comisario del Año del Libro y la Lectura, explica las razones por las que Barcelona es el lugar idóneo para celebrar tal evento. “Por la larga tradición editorial y literaria de Barcelona, que durante cinco siglos ha englobado a escritores, lectores, editores, libreros, bibliotecas, impresores, traductores, etcétera, lo que podríamos llamar un ecosistema del libro al completo; el cuarto centenario de la publicación del Quijote, que tiene precisamente a Barcelona como único escenario urbano (además en ella el Quijote entra en una imprenta y la define como ciudad de libros); y Barcelona en los últimos ocho años ha duplicado sus equipamientos de bibliotecas”. Los objetivos: “Difundir esta tradición de Barcelona como ciudad de libro, y fomentar la lectura, celebrar la creación, plantear una reflexión de carácter universal sobre los valores del libro y poner al día aspectos relativos a los oficios vinculados con el libro y su industria”. A la iniciativa del Año del Libro y la Lectura, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona, se ha sumado también la Generalitat de Catalunya, así como distintas instancias de la sociedad civil.
(...)
Una de las actividades más importantes dentro de este apartado será un encuentro sobre los grandes retos de futuro de la industria editorial que se hará en noviembre, así como la celebración por primera vez (tendrá a partir de ahora periodicidad anual) del Salón del Libro de Barcelona. Este año se celebrará entre el 8 y el 13 de noviembre. Además de la habitual exposición de novedades se ofrecerán otro tipo de actividades, como exposiciones o una gincana por las librerías de la ciudad. No faltará un “Espacio infantil” con actividades pensadas para los niños. No es el único Salón que se celebra este año en Barcelona: hay que sumarle la Semana del Libro en Catalán (finales de febrero), la Feria del Libro Antiguo en Ciutat Vella (mayo), el Salón Internacional del Cómic de Barcelona (junio), la Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno (septiembre-octubre) y el Salón del Manga (noviembre). Además, este apartado se verá complementado por conferencias, encuentros de periodistas, traductores... y exposiciones. Importantes serán también las actividades en torno al día de Sant Jordi, que Vila-Sanjuan destaca especialmente: “incluye una noche de puertas abiertas el 23 de abril con actos literarios y conciertos en numerosos museos, salas de exposiciones y centros cívicos. Y en ella, el primer festival literario infantil dedicado exclusivamente a los libros, Món Llibre”.
¿Qué aportará a nivel práctico este año? Vila-Sanjuan cree que “Como dice J. A. Marina, fomentar el libro y la lectura es siempre difícil. Que una ciudad decida hacerlo de forma intensiva a lo largo de todo un año y con medios importantes a su alcance resultará beneficioso para todos. Si planteamos la pregunta al revés, qué aportan todos ellos al año, la respuesta es: muchísimo. La sociedad civil se ha volcado en el Año del Libro y tanto editoriales como fundaciones culturales, librerías, instituciones vinculadas al libro y todo tipo de empresas, catalanas y del resto de España, han colaborado de diversas formas hasta el punto de que el programa supera en estos momentos las 2.000 actividades”.
Todo acaba en los libros, pero en los libros no acaba todo: también ellos sirven de inspiración. El Museu Picasso expondrá en octubre su colección de libros ilustrados por el artista; en junio, la Fundació Joan Miró abrirá sus puertas a una muestra que enseñará la relación de Miró con editores, poetas y grabadores. Pero tal vez la joya de estas exposiciones sea la que podrá verse desde noviembre en el Palau de la Virreina: “El libro de los libros”, un recorrido fotográfico a través de la historia del libro, la escritura, las bibliotecas y ejemplares incunables de diversos museos del mundo. La muestra propone un recorrido por el mundo de Da Vinci, Miguel Ángel, Piranesi, Bruegel o la Torre de Babel, que sigue creciendo hacia lo alto del vértigo hecho de palabras que somos." |
posted by George Cassiel @ 10:13 da manhã |
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quinta-feira, abril 21, 2005 |
Ainda a recuperar do choque... |
... desculpem! |
posted by George Cassiel @ 11:55 da manhã |
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terça-feira, abril 19, 2005 |
Depois do choque... já estou mais calmo |
"Pode ser uma surpresa muito grande para todos" - Tolentino Mendonça. "Esperemos que morra Ratzinger e nasça Bento XVI" - D. Manuel Martins.
Espero, apenas, que Bento XVI seja muito diferente de Joseph Ratzinger!
Habemus Papam |
posted by George Cassiel @ 7:09 da tarde |
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"CARTA ABIERTA A LOS CARDENALES ANTE LA ELECCIÓN DE UN NUEVO PAPA" |
por Hans Kung Publicada no El Pais de DOMINGO (17-04-2005)
Estimados cardenales: tras el extremadamente largo pontificado de Juan Pablo II, os váis a reunir para elegir un nuevo Papa. Se trata de un momento determinante para la Iglesia católica del siglo XXI, comparable a la convocatoria del Concilio Vaticano II en el XX.
Junto con mi ex compañero de Tubinga Joseph Ratzinger, ahora prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, probablemente sea el último teólogo del Concilio que se mantiene todavía plenamente activo. Hace 45 años, en 1960, escribí un libro, Concilio y unión de los cristianos, que orientó a muchos de los que participaron en él. En consecuencia, espero, queridos hermanos, como teólogo desde hace mucho tiempo en activo, que a pesar de todas las críticas vertidas contra las políticas del difunto Papa siempre ha permanecido leal a su Iglesia, poder compartir con vosotros algunas reflexiones. Pienso que podrían ser importantes para la próxima elección.
En el Vaticano II establecimos una distinción entre los problemas externos de la Iglesia y sus problemas internos. Probablemente los católicos compartan en su mayoría mi opinión de que debería mantenerse la línea de Juan Pablo II respecto al mundo en general. También el siguiente Papa debería, desde luego, defender los derechos humanos, promover la paz mundial y establecer puentes con otras religiones. ¿Pero cómo están las cosas dentro de la Iglesia?
Las conversaciones sinceras con sacerdotes y fieles de vuestras diócesis os habrán hecho daros cuenta de que el estado interno de la Iglesia es peor que hace treinta años. Una y otra vez ha sido posible señalar una contradicción entre el compromiso del Papa con el mundo exterior y la falta de compromiso con los derechos humanos, la paz y el diálogo dentro de la comunidad eclesiástica. Por supuesto, la participación en el mundo exterior es más fácil, dado que uno puede hablar a la conciencia de los demás, mientras que el compromiso con la Iglesia, que exige autocrítica y una búsqueda de conciencias, puede tener consecuencias incómodas. El siguiente Papa sólo podrá convencer a los fieles si empieza la reforma por sí mismo y los que le rodean. "La reforma en la cabeza y en los miembros" fue una exigencia ya planteada a finales de la Edad Media.
¿Pero qué tipo de Papa necesita nuestra Iglesia en este momento? Ciertamente, vuestros pensamientos están centrados en esta pregunta. Resumiré todos los requisitos en cinco criterios. No son aleatorios. Se basan en el Nuevo Testamento, en la gran tradición católica y en el Concilio Vaticano II.
UN PAPA EN SINTONÍA CON EL EVANGELIO. La actual situación es grave: en la mayoría de los países se da un rápido descenso no sólo de ordenaciones sacerdotales, sino de identificación de la generación más joven y de las mujeres con la Iglesia, y de hecho, de la influencia de la Iglesia en el público en general. En este momento necesitamos un Papa guiado básicamente por las exigencias del evangelio de Jesucristo, y, en consecuencia, centrado en las necesidades de los hombres y las mujeres actuales. Nadie quiere volver a la Iglesia papal medieval, en la que un monarca papal, gobernando de manera teocrática, pensaba que disponía de absoluto dominio sobre las iglesias apostólicas del Este y sobre las iglesias de Occidente, y de hecho sobre la conciencia de hombres y mujeres, y que incluso podía dictar la moral a los Gobiernos mundanos.
A pesar de todo lo que dijo y viajó, el papa Wojtyla no consiguió imponer sus puntos de vista rigurosos, especialmente en materia de moral sexual y matrimonial. A ellos se opusieron los católicos y los Parlamentos nacionales por abrumadora mayoría (por ejemplo, en Polonia). Las declaraciones y sanciones disciplinarias del Vaticano, las presiones abiertas u ocultas, no consiguieron prácticamente nada. Por el contrario, la campaña de evangelización provocó ansiedad respecto al imperialismo espiritual de Roma y contribuyó a que se rechazase la mención de Dios e incluso del cristianismo como factor cultural en el preámbulo de la Constitución europea.
Con vuestra gran experiencia sabréis que los bien organizados viajes papales no han podido ocultar que no todo marcha bien en la Iglesia. Las filas sacerdotales están disminuyendo, y hay pocos recién llegados para llenarlas; pronto, el mundo de habla germana no será la única zona en la que casi dos tercios de las parroquias carecen de párroco ordenado o de celebraciones eucarísticas habituales. El clero célibe está desapareciendo, y su credibilidad se ha visto profundamente sacudida por los escándalos de pedofilia que se extienden desde EE UU a Austria.
La primera gran petición que os planteo la hago en nombre de muchos: elegid un Papa que no se aferre al derecho medieval de la Iglesia, sino que siga la brújula del evangelio, con las puntas dirigidas hacia la libertad, la misericordia y la bondad afectuosa en el tratamiento de todos los problemas pendientes. Para ganarse la confianza de los fieles, el próximo Papa no sólo debe constituir una autoridad formal, jurídica e institucional, sino también una autoridad personal, pertinente y carismática.
En una palabra, queridos hermanos, elegid un Papa en sintonía con el evangelio, que sencillamente actúe como actuó el mismo Señor, de quien se dice "yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan, 14, 6).
UN OBISPO COLEGIAL.
Estamos muy lejos del siglo XIX, cuando en Roma pensaban que debían protegerse del liberalismo moderno y del socialismo mediante la centralización y la burocratización. En aquella época se intentó restablecer el paradigma medieval y contrarreformista de la Iglesia frente a la modernidad. Recuerdo muy claramente las múltiples conversaciones que mantuve con teólogos y obispos durante el Concilio Vaticano II. Estaban de acuerdo en que el centralismo, el legalismo y el triunfalismo eran giros equivocados. Todo esto debía quedar superado en el Concilio.
Con vuestra gran experiencia, sabéis que a menudo se han producido en las pasadas décadas ofensas contra el espíritu de colegialidad. A menudo se ha obligado a los obispos a hacer cumplir la línea impuesta por el Vaticano, a expensas de la credibilidad que deberían ofrecer a sus sacerdotes y fieles.
De ahí mi segunda gran petición: elegid un Papa
- que restaure la colegialidad del obispo de Roma con los otros obispos, que existió en la Iglesia de los primeros siglos y que fue solemnemente confirmada por el Concilio Vaticano II;
- que no considere a la Iglesia como un aparato de poder unilateral, que excluye el diálogo y la democracia, sino como una comunidad de fe, como el pueblo de Dios, con el Papa y los obispos a su servicio; - que, por consiguiente, no considere los oficios de la Iglesia como una "norma sagrada" (= jerarquía), sino como servicio (= diaconía) a hombres y mujeres;
- que no se presente como único gobernante, sino como obispo principal incorporado al Colegio Episcopal, al servicio de todo el ecumene;
- que no espere de los obispos obediencia ciega y una aplicación de la línea que él imponga, sino que los considere "buenos pastores" con responsabilidad propia, en asociación con el Papa, que se identifican principalmente con los fieles de su diócesis y de su país en el espíritu de Jesús. En una palabra, queridos hermanos, elegid un obispo compañero colegial. Porque, "uno solo es vuestro maestro, y vosotros todos sois hermanos" (Mateo, 23, 8).
UN PASTOR BIEN DISPUESTO HACIA LAS MUJERES.
Reverendos cardenales, desde el Concilio Vaticano II sois perfectamente conscientes de que un gobierno eficaz de la Iglesia no puede tratar a la mitad de la humanidad, su mitad femenina, como miembros de segunda clase de la Iglesia, que deben someterse calladamente a los hombres. Felizmente, han terminado los días del patriarcado, cuando las mujeres aceptaban en silencio que eran los hombres los encargados de definir su naturaleza y su función en la Iglesia. Hoy, las cristianas están alcanzando la mayoría de edad, están definiendo por sí mismas su función, también en la Iglesia. La Iglesia actual ya no puede legitimar la dominación de los hombres y la supresión de las mujeres, ni siquiera en nombre de Dios Padre y de Jesús hecho hombre.
Karol Wojtyla, con su gran veneración por María, admirada por algunas católicas tradicionales, se enfrentó al enérgico rechazo de millones de mujeres modernas. Esto se debió, por una parte, a que consideraba que el uso de anticonceptivos las hacía formar parte de la "cultura de la muerte", y, por otra, a que declaró que su sexo era inadecuado para desempeñar cargos directivos. Incluso proclamó que ésa era la voluntad de Dios y una doctrina infalible. Bajo su pontificado, cada vez menos mujeres aceptaban que los hombres que ejercían el poder las trataran como meros objetos, que les dieran órdenes.
Por consiguiente, la tercera gran petición que os hago, en nombre de los incontables hombres y mujeres de nuestra Iglesia, es que elijáis un Papa
- que rechace el sexismo y el patriarcalismo de la Iglesia y la división de sus miembros en dos clases;
- que garantice el derecho de los teólogos a expresar libremente sus puntos de vista;
- que evite emitir veredictos moralizadores sobre problemas complejos como la contracepción, el aborto y la sexualidad;
- que respete el derecho de los sacerdotes a casarse, un derecho que claramente está garantizado en el Nuevo Testamento y en la Iglesia del primer milenio, y que reconsidere la prohibición discriminatoria del matrimonio para los sacerdotes, que no se impuso hasta el siglo XI;
- que no excluya de manera despiadada y permanente a los divorciados que han vuelto a casarse de tomar parte en la Eucaristía;
- que permita la ordenación de mujeres, algo que, a la luz del Nuevo Testamento, es urgentemente necesario ante la diferente situación actual;
- que corrija la perniciosa encíclica Humanae vitae, promulgada por Pablo VI sobre la píldora, que ha alejado a muchas católicas de su Iglesia; y que reconozca explícitamente la responsabilidad personal de los cónyuges en el control de la natalidad y en el número de hijos que tiene cada pareja;
- que, en consecuencia, se tome en serio los diferentes capacidades, llamadas y carismas en la Iglesia, los cuales son importantes para construir una comunidad de hombres y mujeres en comunión.
En una palabra, queridos hermanos, elegid un Papa bien dispuesto hacia las mujeres. Porque "ya no hay hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas, 3, 28).
UN MEDIADOR ECUMÉNICO.
Reverendos cardenales, incluso aquellos de vosotros que procedéis de países con mayoría católica, entenderéis que desde el Concilio Vaticano II ni siquiera la Iglesia católica romana puede considerarse por encima de las demás, "la Iglesia que proporciona la salvación", la única Iglesia verdadera de Jesús. Y ciertamente, seguro que conocéis católicos que ya no pueden aceptar que las Iglesias deban apartarse unas de otras por ciertas diferencias doctrinales y que los cristianos deban discriminarse entre sí, hasta llegar al plano de la familia, por pertenecer a confesiones diferentes.
Para muchos cristianos no hay ahora lugar para
- una arrogancia confesional sobre el ministerio que considere inválidas las acciones ministeriales de los sacerdotes protestantes o anglicanos (hombres y mujeres, y sobre todo en la eucaristía); que considere una transgresión el matrimonio que una a dos religiones; que considere una ofensa religiosa la participación activa en una eucaristía protestante, y que quiera prohibir estrictamente las celebraciones ecuménicas dominicales;
- un rechazo confesional de la confraternidad que ya no entiende ni acepta la gran mayoría de los cristianos, tanto católicos como protestantes, y que de hecho les parece una ofensa contra el espíritu de Jesús. Porque se sabe que Jesús invitó a todos a su mesa, incluidos aquellos que habían sido excluidos de la sociedad devota.
Durante su largo pontificado, Juan Pablo II realizó continuos gestos de buena voluntad. Y demostró que es posible aprobar una Declaración conjunta sobre la Doctrina de la Justificación entre católicos y luteranos. Pero a muchos les decepcionó que las palabras y los gestos ecuménicos no fueran seguidos de verdaderas acciones ecuménicas. Por el contrario, debido a la continua afirmación de poder por parte de Roma, las relaciones con el Consejo Mundial de Iglesias dieron poco fruto, y las relaciones con la Iglesia ortodoxa rusa se vieron afectadas por los esfuerzos de misión de los católicos romanos.
De ahí mi cuarta gran solicitud, hecha también en nombre de muchos amigos de otras Iglesias cristianas: elegid un Papa
- que asuma como propios los resultados de las comisiones de diálogo ecuménico y que los ponga enérgicamente en práctica;
- que por fin reconozca los ministerios protestante y anglicano, como desde hace tiempo recomiendan las comisiones ecuménicas y como ya se practica en muchos lugares;
- que revoque los repudios que datan de la Reforma y la excomunión de Martín Lutero;
- que acepte y fomente la hospitalidad eucarística y las diversas formas de colaboración pragmática que desde hace tiempo se practican con discreción en muchos grupos y comunidades.
En una palabra, queridos hermanos, elegid para Papa a un mediador ecuménico. Porque el evangelio de Juan dice de todos los creyentes "ruego para que todos sean uno" (Juan, 17, 21).
UN GARANTE DE LA LIBERTAD Y DE LA APERTURA EN LA IGLESIA.
Como mínimo desde el Concilio Vaticano II, ha pasado la época en la que podíamos considerar a nuestra fe cristiana la única religión legítima en la Tierra, y de hecho podíamos difamar la fe de otros y considerarla producto de la ignorancia, la autojustificación y el pecado. Dos cosas son incompatibles con el espíritu de Jesús de Nazareth, que mostró simpatía, incluso amor, hacia muchos no judíos:
- el colonialismo europeo, que en nombre de Cristo destruyó completa y deliberadamente otras religiones y culturas, sobre todo en Latinoamérica y África;
- el imperialismo romano, que intentó controlar las Iglesias cristianas establecidas desde hacía tiempo (apostólicas) y las jóvenes, forzándolas a acatar una ley eclesiástica que, en muchos aspectos, era cuestionable y estaba estrechamente regulada por la liturgia, en lugar de apoyar a la Iglesia a la hora de mantenerse, administrarse y expandirse.
En muchos de sus viajes, Juan Pablo II mantuvo encuentros periódicos con los representantes de otras religiones. Las oraciones por la paz de Asís, que inició en 1986 y 2002, fueron importantes señales de esto. No obstante, permitió una declaración doctrinal que aprobaba la afirmación de que los no cristianos viven "objetivamente en una situación muy defectuosa". Esto ofendió a muchos no cristianos y perjudicó en gran medida a la credibilidad del Papa. Como consecuencia de ello, aparte de sus declaraciones sobre el judaísmo y el Holocausto, no avanzó en el diálogo crítico y autocrítico con las religiones del mundo de una manera digna de mención.
Por ello, la quinta gran petición que os hago, para alcanzar un mundo mejor y más pacífico, es: elegid un Papa
- que a pesar de todas sus reivindicaciones de verdad no reivindique el monopolio de la verdad;
- que no sólo desee instruir a las demás religiones, sino también aprender de ellas; de sus tradiciones estéticas, espirituales, litúrgicas, éticas, teológicas y filosóficas, sin confusiones sincréticas de ningún tipo;
- que conceda a las Iglesias nacionales, regionales y locales una autoridad adecuada, de forma que puedan adaptar su estilo de vida y organización bajo su propia responsabilidad;
- que se tome en serio incluso las cuestiones más incómodas (como las relacionadas con la explosión demográfica, el control de la natalidad y la infalibilidad de la Iglesia) y que las responda;
- que de esta manera no represente la primacía absolutista del derecho romano, sino una primacía pastoral de servicio (según el modelo de Juan XXIII), renovada a la luz del evangelio y comprometida con la verdad.
En una palabra, queridos hermanos, elegid a un garante de la libertad y de la apertura en la Iglesia. Porque, "donde está el espíritu del Señor, allí está la libertad" (II Corintios, 3, 17).
CONCLUSIÓN.
En contraste con la época de Juan XXIII y el Concilio Vaticano II, en buena parte de la Iglesia actual prevalecen el pesimismo y el derrotismo. Eso me llena de profunda preocupación, dado que toda mi vida como teólogo he trabajado para que los fieles puedan mantener la esperanza en nuestra Iglesia a pesar de las grandes desilusiones. Ahora, por supuesto, depende de vosotros el fortalecer las esperanzas de los fieles y sacar a la Iglesia de la crisis de esperanza, eligiendo a un nuevo Papa. Hay muchísimas personas, dentro y fuera de la Iglesia católica, que esperan que se supere la paralización de las reformas, que se discutan abiertamente los problemas estructurales que se sufren desde hace mucho tiempo, y que -bien el nuevo Papa en persona, el Sínodo Episcopal o finalmente un Concilio Vaticano III- encuentren una solución.
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posted by George Cassiel @ 7:04 da tarde |
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Leituras aconselhadas... |
Alguns livros de que Joseph Ratzinger não gostou:
"Igreja: Carisma e Poder - Ensaios de Eclesiologia Militante ( Teologia da Libertaçao)" de Leonardo Boff
"Etre Chretien" de Hans Kung
"No Que eu Acredito" de Jacques Gaillot
"Funcionários de Deus" de Eugen Drewermann
Alguns sites de que Joseph Ratzinger não gostou:
Movimento Nós Somos Igreja
Diocese de Partenia
entre tantos outros movimentos, livros, teólogos... |
posted by George Cassiel @ 6:43 da tarde |
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Bento XVI |
Joseph Ratzinger foi eleito Papa a 19 de Abril de 2005...
... fecharam-se algumas portas e esmoreceram muitas esperanças! Alguém gritou na Praça de S. Pedro: "PROCURA-SE O ESPÍRITO SANTO!" Aparentemente não terá passado por ali nestes dias... |
posted by George Cassiel @ 6:36 da tarde |
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Bento XV |
Giacomo della Chiesa (Bento XV) foi eleito papa em 1914 e faleceu em 1922.
A Primeira Guerra Mundial estava em curso. Suplicou pela paz, inutilmente. A Itália também entrou em guerra. Bento permaneceu neutro. A Guerra terminou em 1919, com a derrota da Alemanha. Criou setenta dioceses em países do terceiro mundo. Aumentou as sedes diplomáticas da Santa Sé. Publicou o Código de Direito Canônico. Voltou sua atenção para a Ásia e para a África. |
posted by George Cassiel @ 6:24 da tarde |
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segunda-feira, abril 18, 2005 |
Pontes |
Copyright © 1998 by Edward Kaspar |
posted by George Cassiel @ 4:47 da tarde |
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Do Brasil... sites de literatura - VI |
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posted by George Cassiel @ 10:08 da manhã |
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sexta-feira, abril 15, 2005 |
Bom fim-de-semana! |
"Woman Resting With Book" Chen Bolan |
posted by George Cassiel @ 5:15 da tarde |
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Juan Marsé - III |
(continuação)
¿Cuál es la riqueza literaria del adolescente?
Todo escritor tiene de alguna manera unas constantes, también se las puede llamar obsesiones personales; pero conmigo es una cosa premeditada, tampoco soy consciente todo el tiempo de eso. Sí aparecen muchachos en mis novelas de edades comprendidas entre los 9 y los 14 años, entre la niñez y la adolescencia, que apenas llegan a la primera juventud. El porqué no sabría decirlo. De alguna manera intuyo que la voz narrativa me resulta muy verosímil, me resulta muy grata, me la creo. Porque yo soy el primero que tiene que creerse lo que estoy contando, porque si no me lo creo yo no se lo va a creer nadie. Utilizo voces de esos muchachos que han sido testigos indirectos de una serie de acontecimientos, algunos tienen algo que ver con mi vida otros los he inventado, pertenecen naturalmente al campo de la imaginación. Pero de algún modo estas voces de esos muchachos me lo hacen creer, hay una tendencia a eso, un gusto y una inclinación a eso, pero no sabría explicar por qué. ¿Podría ser por lo que tiene la adolescencia de paso de un mundo en el que la imaginación tiene un valor primordial a otro, el del adulto, en el que el vértice fundamental es la realidad?
Si, podría ser eso, la tendencia a fantasear de un muchacho que está en una edad que es muy receptiva en ese nivel. A mí me interesaba mucho el cine desde chaval y me interesaban las historias que me contaba el cine; además, eso ocurría en una época en que, en este país, la represión política y social implicaba que la única versión de los hechos reales, de lo que estaba pasando, era la oficial. Y esa versión era desmentida por la voz popular. Recuperar esa voz popular para corregir o desmentir la versión oficial, eso era lo que siempre me interesó. Ese es el tema por ejemplo de "Si te dicen que caí", que es una novela donde las voces de los muchachos contando, reinventando historias que han oído en boca de los mayores, lleva a una tercera realidad, que podría ser la verdadera, quién sabe. En el fondo es también el tema de "Rabos de lagartija". Está contado por la voz de un no nato, de un embrión, y eso es evidentemente una convención, por no decir un disparate. Es una voz convencional que aporta la verdad mediante la mentira, ni más ni menos que lo que pretende el arte de la novela. El padre ausente convertido en figura legendaria, idealizada es sin duda una constante en su literatura desde la publicación de su primera novela "Encerrados en un solo juguete". A pesar de ser personajes que siempre están sometidos a una ambigüedad, en su último libro la figura heroica adquiere visos de un personaje tragicómico, de cierto patetismo ¿A qué se debe ese cambio paulatino? ¿Parte tal vez de un distanciamiento de la propia vivencia que está en el origen de su obra literaria?
Si, la crítica lo ha señalado y está claro que lo hay. El paso del tiempo me ha ido desmitificando un poco la figura del héroe al que yo había dotado siempre de un cierto aura. El proceso ha sido un proceso lento, se arrastra desde hace bastante tiempo. En "El embrujo de Shanghai" el héroe es ya un personaje del que, desde un punto de vista ético, habría mucho que hablar, y en la última novela ya no sólo es eso sino que se ha convertido en una cosa bastante grotesca. Desde el punto de vista escénico, es un personaje impresentable. Sin duda hay un proceso que se abre con un deslumbramiento juvenil, una fascinación por los héroes, por la violencia, que está bastante presente en mis textos y que, con el paso de los años, se suaviza, y al mismo tiempo ese aura de los héroes se va quedando en nada, no existe. Al final resulta que el héroe es ese personaje anónimo, en realidad el héroe acaba siendo la madre, la pelirroja, esa mujer que ha soportado todas las vejaciones y ha luchado y perdido. La relación siempre fluctuante entre apariencia y realidad es uno de los hilos conductores de su narrativa. En su última novela, David, el protagonista, intenta llegar a una mentira a través de una verdad. ¿En qué medida es necesario mentir para mostrar la verdad? ¿En qué medida la inclusión de voces fantasmagóricas, de personajes idealizados, casi irreales, le ha ayudado a describir en su última novela la verdad de una época?
Este tema es bastante peliagudo porque entronca con la raíz o la esencia del arte, el arte de la ficción, de la literatura de ficción, que todo el mundo sabe que se compone a base de hacer verosímil, de hacer veraz una mentira, así de sencillo. Las novelas son mentiras, no cuentan hechos reales, no cuentan la verdad tal como es. La novela florece en la imaginación. Lo que pasa en una novela no tiene porqué haber pasado forzosamente en la vida, sin embargo puede transmitir más sensación de vida que no determinados hechos reales que leemos en la prensa por ejemplo, y que a veces no te acabas de creer. A partir de esta premisa está claro que el tema de la apariencia y la realidad está en algunas de mis novelas. De una manera clara en "Últimas tardes con Teresa", por ejemplo. Está claro que eso tiene que ver con el arte de contar historias, de la literatura de ficción, digamos que es su misma célula. A mí no me gusta la metaliteratura, explicarle al lector una historia y al mismo tiempo explicarle cómo estoy creando esa historia. De alguna manera, que un niño que inventa un hecho (un policía ha matado a su perro) y llegue a hacerlo creíble a los personajes de la novela, y espero que también al lector, es mi homenaje a la literatura de ficción que ha enriquecido mi vida y me ha alegrado el corazón.
Este texto ha sido realizado con fragmentos tomados de las siguientes entrevistas, revisadas posteriormente por el autor: Ramón Freixas, "Quimera", No. 106-107, 1991. Beatriz Berger, "Revista de libros" suplemento dominical de "El Mercurio", No. 367, Chile, 19/5/96. José Luis Muñoz, "Leer", julio-agosto, 2000. Carles Álvarez Garriga y Manolo Martín Soriano, "Lateral", junio 2000. Círculo de Lectores entrevista a Juan Marsé, para "Círculo Digital". |
posted by George Cassiel @ 4:24 da tarde |
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Juan Rulfo - fotógrafo (IV) |
Ruinas del templo de Tecali. |
posted by George Cassiel @ 4:23 da tarde |
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Blog a visitar |
Todo nada.
"March 26, 2005 Plans
Filed under: Xeral - Maria @ 11:17 pm
F.G.Gago quere un día facer un libro sobre rótulos de bares e crear a súa propia editorial para publicalo. Eu dende logo compraríao. Entre os meus plans tamén están montar un bar e unha editorial, e unha revista e unha produtora propia e mil cousas máis, sen meternos en tema árbores, libros ou fillos e sen renunciar ao meu máis que aceptábel traballo asalariado no A.G.. Mais para iso creo que preciso 2 ou 3 vidas a maiores desta. Atérrame decatarme de que non as vou ter. Alíviame pensar que tampouco me chegarían. " |
posted by George Cassiel @ 9:54 da manhã |
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Feira do Livro Infantil - Bolonha - a decorrer |
"Il più importante appuntamento a livello internazionale dedicato all'editoria libraria e multimediale, la Fiera del Libro per Ragazzi di Bologna, rinnova l'appuntamento a Bologna dal 13 al 16 aprile 2005 per la quarantaduesima edizione.
La manifestazione, evento privilegiato per i professionisti internazionali del settore (autori, illustratori, agenti letterari, produttori cine-televisivi, licensors e licensees, packagers, distributori, stampatori, librai, bibliotecari) offre - in un ambito strettamente professionale - la possibilità di vendere e acquistare copyright, visionare il meglio della produzione editoriale e multimediale per ragazzi.
La partecipazione alla rassegna consente, inoltre, di creare nuovi contatti commerciali, rafforzare le proprie relazioni professionali, valutare nuove opportunità di business e confrontarsi sulle ultime tendenze del settore.
Fiera del Libro per Ragazzi offre agli operatori internazionali un panorama espositivo unico: oltre 1.100 espositori (provenienti da 63 paesi nel 2004), articolato in una superficie espositiva superiore ai 20.000 metri quadrati e un programma di iniziative di respiro internazionale - Global Learning Initiative, Centro Agenti Letterari, TV & Film Rights Centre - che determinano l'unicità e l'importanza della manifestazione e livello internazionale.
Con il passare delle edizioni, la prossima sarà la numero 42, la manifestazione ha confermato la capacità di proporsi come punto di incontro per tutte le realtà interessate ai contenuti per i ragazzi ed ha visto crescere l'interesse e la partecipazione ai settori dell'educational e allo scambio di diritti tra il mondo dell'editoria e il mondo dell'audiovisivo."
imagem de 2004. |
posted by George Cassiel @ 2:11 da tarde |
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Outra entrevista a Alberto Ruy-Sánchez |
Alberto Ruy-Sánchez: um olhar sobre a poesia mexicana contemporânea Entrevista por Maria Esther Maciel in "AGULHA - Revista de cultura" # 38 - fortaleza, são paulo - abril de 2004
A poesia mexicana atual encontra-se sob o signo da diversidade. São muitas as vozes que compõem o seu cenário, muitas as inquietudes que a atravessam. Poetas do corpo, da memória, das raízes culturais, do agora político buscam na experiência da otredad os subsídios poéticos para a sua escrita. Muitos, ainda tentando elaborar, reinventar, negar e cultuar o legado poético e crítico deixado por Octavio Paz. Sobre estas questões o romancista, poeta, ensaísta e editor mexicano Alberto Ruy-Sánchez nos oferece – na entrevista que se segue – um lúcido depoimento.
Um dos nomes mais importantes da cultura mexicana atual, com 18 livros publicados (alguns traduzidos para o francês, o inglês, o alemão, o turco e o árabe) e vários prêmios nacionais e internacionais, Alberto Ruy-Sánchez dirige, desde 1988, a primorosa revista Artes de México, inteiramente dedicada ao universo artístico e cultural do México de todos os tempos e que envolve outros projetos editoriais no campo das artes, da cultura popular e da poesia. Tendo vivido na França durante muitos anos, onde realizou estudos de filosofia e cinema sob orientação de Gilles Deleuze, Jean Narboni e Roland Barthes, exerce também atividades como professor convidado em várias universidades norte-americanas. Nos campos da narrativa e da poesia, publicou Los nombres del aire (romance, 1987), La inaccesible (poemas, 1990), Cuentos de Mogador (1994) e En los labios del agua (romance, 1996), Los demonios de la lengua (romance, 1998), De agua y aire ( disco e livro, 1999), De como llegó a Mogador la melancolía (1999) e Los jardines secretos de Mogador, Voces de tierra (romance, 2001) e La huella del grito (2002). Sua obra ensaística inclui Una introducción a Octavio Paz (1990), De cuerpo entero (1992), Cuatro escritores rituales (1997), Aventura de la mirada (1999), dentre vários outros. [MEM]
MEM - Hoje, com a ausência de movimentos e grupos literários, percebe-se que os poetas de várias nacionalidades não se interessam mais em criar pactos coletivos em torno de um projeto poético específico, mas se dão a liberdade de transitar em vários estilos e tendências, em busca de uma dicção própria. No caso do México, como se dá esse exercício de pluralidade? E quais seriam os traços mais evidentes da poesia mexicana contemporânea?
AR-S - É difícil conhecer o panorama completo da poesia que está sendo escrita no México agora. Toda generalização hoje é mais relativa do que nunca, porque a poesia mexicana está formada por individualidades fortes. A diversidade e a quantidade de poetas e tendências são inegáveis. E a jovem poesia mexicana não olha somente para a poesia mexicana. O cenário é cosmopolita e os poetas no México sempre têm sido, dentre os diferentes artistas, os mais vinculados a outras culturas e outras línguas. Eu quase poderia dizer que uma parte importante do ritual de formação que cada poeta faz para encontrar sua própria voz consiste em se submergir em outras línguas e se deixar influenciar por outras culturas. China e Japão têm sido influências de eleição de vários poetas. É certo que a grande maioria busca seu poeta de eleição no inglês, o qual traduz, estuda, difunde, publica. Quase se poderia dizer que muitos poetas conhecem melhor outras tradições que a da própria língua. A poesia da Espanha é, em muitas ocasiões, menos conhecida que a dos Estados Unidos. E as grandes figuras da poesia mexicana do século XX deram mostra de insaciável cosmopolitismo e de que é mais importante encontrar uma voz poética pessoal que pertencer a um movimento, a uma estética e mesmo a algum grupo.
MEM - Tal cosmopolitismo não seria um traço constitutivo da poesia latino-americana como um todo, desde o modernismo de Rubén Darío? Pode-se falar de uma vocação para a otredad, inerente à poesia de nosso continente?
AR-S - Fazer uma generalização nacional para falar de poesia já é algo excessivo e, no entanto, nós a fazemos, sabendo que se trata de uma convenção, de uma facilidade descritiva. Fazer uma generalização continental, então, é algo ainda mais descomedido. Mas entremos nesse jogo descritivo, reconhecendo que aplicamos nossa margem erro, e digamos que a poesia latino-americana teve consciência de que ela mesma é otredad com relação a outras literaturas que durante muito tempo se consideraram “centrais”, como a inglesa e a francesa. Com o tempo, ela criou seu próprio mundo de valores, afirmando sua existência nas margens como um possível novo centro simultâneo. Como na arte barroca, tratou de estabelecer a possibilidade de pensar uma cena cultural com vários centros.
MEM - Até que ponto a chamada globalização molda um novo tipo de cosmopolitismo para os poetas latino-americanos do presente?
AR-S - O cosmopolitismo é distinto em cada época. É fácil pensar que o acesso a uma maior informação sobre a poesia internacional nos faz talvez menos marginais que em outros tempos. Não é um fenômeno novo: já muito antes da existência da Internet, Mac Luhan falava de “aldeia global”. E o acesso à informação tem se multiplicado nos últimos anos. Deixará então de ter sentido a própria palavra “cosmopolitismo”? Não creio que a busca da diferença, da otredad, possa desaparecer. Porém, toma sempre distintas formas.
Por outro lado, diferentes grupos sociais vivem diferentes globalizações. Nem sequer no mundo globalizado que os mais pessimistas imaginam é possível pensar no desaparecimento da otredad cultural.
MEM - Octavio Paz deixou, inegavelmente, um legado poderoso para as novas gerações de poetas mexicanos, sendo seu influxo na poesia contemporânea um dado irrefutável. Como, na sua opinião, os poetas de hoje têm aproveitado a herança paziana?
AR-S - Octavio Paz é uma influência determinante para os poetas mexicanos e não apenas através de sua obra poética. Sua obra ensaística tem a poesia como um de seus eixos de compreensão do mundo. A dignidade da poesia é chave de sua obra. Foi o primeiro a fazer uma leitura contemporânea da tradição mexicana. E os caminhos de busca cultural que abriu são muitíssimos. Defendeu a tradução como uma atividade paralela à própria criação poética e muitos jovens assim o têm seguido, criando e praticando. Ele demonstrou que todos os tempos da poesia de todos os lugares podem estar vivos aqui e agora, se um poeta os faz seus.
Por outro lado, é certo que sua obra poética tem tido epígonos. Há aqueles que têm confundido o universo da poesia de Paz com o ar que naturalmente se respira. Isso acontece sempre com os grandes artistas. O mesmo sucedeu ao pintor Rufino Tamayo e agora a Francisco Toledo. São imitados sem cessar por uma parte de artistas jovens com mais inocência que criatividade. Aqueles que se deixam influenciar mais profundamente pela obra poética de Paz têm que percorrer muitos caminhos, usar ferramentas muito diversas. O que muitas vezes os conduz ao encontro de sua própria voz.
MEM - Paz, certa vez, afirmou que "una tradición que se petrifica sólo prolonga la muerte". Nesse sentido, a reverência epigonal só pode levar à imobilidade do legado paziano, não é mesmo? Você acha que cabe aos herdeiros de Paz também a tarefa de "traí-lo", de negá-lo, como forma de assegurar sua vitalidade e mobilidade para as futuras gerações?
AR-S - Na mesma lógica paziana está a idéia de uma relação paradoxal com as tradições. Distanciar-se de Paz é uma idéia paziana. Por isso, entre muitas outras razões, é tão difícil para as novas gerações pensar, escrever fora de seu âmbito. Mas isso é ser fiel ao seu espírito. Os epígonos são fiéis apenas à letra e tal imobilidade deve ser rechaçada.
MEM - Considerando o movimento da poesia mexicana que se inicia com o grupo Contemporáneos e que encontra seu momento de fulgor na vasta obra de Paz, qual seria a contribuição poética mais relevante das novas gerações para a cultura mexicana deste novo século?
AR-S - Creio que isso ainda está para ser visto. É provável que regressem certas tendências relegadas pelas vanguardas, como uma poesia narrativa ao estilo do colombiano/mexicano Álvaro Mutis. Mas não se pode dizer que isso já se manifeste com nitidez.
MEM - Em que medida os poetas atuais têm lidado com as questões do desejo, do corpo e da memória?
AR-S - Profundamente. O desejo e o corpo estão muito presentes. E aparece de uma maneira mais sutil na obra de poetas mulheres. Coral Bracho, Myriam Moscona, Tedi López Mills, María Baranda, dentre outras, e cada uma de maneira muito distinta, têm nos dado poemas notáveis sobre esses temas. E no livro Alejándose Avanza, de Ana Belén López, está um dos poemas extensos mais interessantes e intensos sobre o desejo que já se escreveram recentemente no México.
Em uma outra vertente da poesia mexicana, o amor apaixonado, expresso de maneira muito terrena e direta, é um tema predominante na obra de outro poeta que está entre os que mais influência exercem sobre as novas gerações: Jaime Sabines.
MEM - Você poderia falar um pouco mais sobre a contribuição da poesia feita por mulheres para o redimensionamento do cenário poético mexicano do presente?
AR-S - A grande maioria das poetas mexicanas recusa a idéia de serem consideradas pelo seu gênero e reivindicam o direito de serem poetas sem classificações sociais. Poetas sem adjetivos. Mais que falar das mulheres poetas em geral, seria necessário assinalar a existência de um número considerável de individualidades poéticas. Obras feitas por mulheres que, no meu entender, têm, sim, um ponto de vista notavelmente mais sutil e sensorial, uma inteligência material distinta.
MEM - Como se dá na poesia mexicana atual a relação entre história e memória, na abordagem de suas raízes e tradições?
AR-S - De novo, com uma grande diversidade de caminhos poéticos. Embora não seja um dos temas predominantes, está presente aqui e ali em várias obras. Os temas pré-hispânicos são freqüentes em muitos poetas. Como é agora o universo indígena, depois de Chiapas. Um presente com uma forte carga de passado. Nestes temas a queda na demagogia e nos estereótipos é fácil e freqüente. Os bons poetas tendem a evitá-los ou subordiná-los a uma dimensão poética pessoal, na tradição de Carlos Pellicer, de Rubén Bonifaz Nuño ou na de Octavio Paz, em “Piedra de Sol”.
MEM - Haveria algum poeta mexicano contemporâneo que tenha lidado com a questão de Chiapas de forma criativa?
AR-S - Sim, um poeta de Chiapas, Efraín Bartolomé, viveu todo o começo da rebelião forma intensa e dolorosa. Sua família, como muitas em Ocosingo, seu povoado, foi ameaçada de morte pelos guerrilheiros zapatistas que exigiam que se unissem a eles sob o risco de serem declarados “inimigos da Revolução”. Foi testemunha de fuzilamentos arbitrários e seqüestros. Sua poesia adquiriu uma profunda dimensão histórica sem deixar de ser poesia. Na grande maioria de outros poetas que escrevem sobre o tema, abundam os estereótipos épicos à maneira stalinista, ou um populismo retórico bastante melodramático.
MEM - Como os poetas mexicanos têm lidado com a proliferação crescente das novas tecnologias? Estariam eles incorporando essas linguagens de forma eufórica ou tendo com elas uma relação crítica e criativa?
AR-S - Não sei. Não tenho visto na poesia mexicana atual nem incorporações eufóricas nem relações criativas com as novas tecnologias. O que percebo é que são novos meios para difundir a poesia para além dos livros e para difundir os livros. Mas não tenho notado a influência das novas tecnologias no conteúdo da poesia mexicana. Talvez mais para frente.
MEM - Você, enquanto poeta, romancista e ensaísta, se filia a alguma linhagem literária específica? Em que medida a sua narrativa está atravessada pela experiência poética?
AR-S - Não creio pertencer a nenhuma linhagem que não seja a do assombro e da reflexão poética. Meus livros são mesclas de gêneros: meus ensaios podem ser lidos como romances documentais; meus romances são poemas extensos em prosa que guardam sempre presente esta frase de Pasolini: “a prosa é a poesia que a poesia não é”. Quer dizer, outra forma de poesia. E meus poemas são narrativas fragmentárias.
MEM - E quais seriam as linhas de força de seu trabalho literário?
AR-S - Meus livros exploram o mundo enigmático do desejo. Tanto feminino quanto masculino. Tratam de construir uma literatura erótica que não descreva os corpos se amando, a partir de fora, como fazem os registros narrativos naturalistas, mas de dentro, como quem sai e entra de um sonho perturbador, belo e horrível. Por isso meus personagens são “sonâmbulos” do desejo.
Uma boa parte de minhas narrativas se situa em uma cidade imaginária, Mogador. Inspirada livremente na cidade de Essaouira, sobre a costa atlântica de Marrocos. Elas tratam de reivindicar (talvez reinventar) a veia arábico-andaluza de nossa cultura. Uma veia “mudéjar”, onde a sensualidade das formas é essencial.
MEM - Você poderia falar um pouco sobre o seu trabalho como editor da importante revista Artes de México?
AR-S - Em Artes de México, realizamos uma exploração da cultura mexicana, interrogando-a a partir dos belos objetos que aqui foram produzidos. Exploramos com paixão “o mexicano” com um ponto de vista profundamente antinacionalista, mas muito mexicanófilo. A difícil fascinação reflexiva é nossa meta, e nosso método é o da “História das mentalidades”. Fazemos “Estudos Culturais” em que a dimensão literária está sempre presente. Por outro lado, tratamos de que cada número de Artes de México seja em si mesmo um objeto artesanal único.
Maria Esther Maciel (Brasil, 1963). Poeta, ensaísta e professora de Teoria da Literatura da Faculdade de Letras da UFMG. Autora de livros como As vertigens da lucidez: poesia e crítica em Octavio Paz (ensaio, 1995), Triz (poesia, 1998), e A memória das coisas (ensaios, 2004). Seu site na Internet: www.letras.ufmg.br/esthermaciel. Entrevista publicada, originalmente, na revista Poesia Sempre # 15 (Fundação Biblioteca Nacional # 15, Rio de Janeiro, dezembro de 2001). Contato: esthermc@letras.ufmg.br. |
posted by George Cassiel @ 2:01 da tarde |
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Juan Rulfo - fotógrafo (III) |
Escultura vertical y horizonte inclinado |
posted by George Cassiel @ 2:00 da tarde |
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As túas balas, assinado por Cesare. "Este é un espacio baleiro. Non teño necesidade de dicir nada. Quizais só necesito buscar a saída correcta da cidade, antes de que estean todas cortadas polos operarios do asfalto."
13.4.05 covardía Hai dous tipos de persoas: as que apagan o quentador antes de durmir e as que o deixan aceso. A seguridade sempre deixa os pés fríos.
Tamén hai os que non teñen sistema de calefacción da auga.
# Escribiuno Cesare @ 4/13/2005 08:05:00 AM |
posted by George Cassiel @ 10:18 da manhã |
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quarta-feira, abril 13, 2005 |
Excesso de informação? |
Os últimos posts têm sido, quase exclusivamente, preenchidos por entrevistas. Muito texto... dizem alguns críticos. Excesso de informação, dizem outros. Mas este blog pretende ser também fonte de alguma informação. Uma espécie de "facilitador" ou "filtro", para poupar tempo nas pesquisas, ou alertar para algumas "coisas esquecidas".
Mas não é só isso!
E para serenar os ânimos:
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posted by George Cassiel @ 5:59 da tarde |
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Juan Marsé - II |
(continuação)
¿Por qué?
La verdad es que no me lo planteo. Ese es mi mundo, no sabría explicarlo de otra manera. Tampoco es que me circunscriba necesariamente al año 45, que es cuando tenía doce años, no. Ese es un mundo que para mí es suficiente, por decirlo de alguna manera, tengo todo el material, todas las facetas diversas que pueden componer una ficción literaria. Tengo los personajes, las situaciones, los recuerdos... Por supuesto, no pretendo que sea una crónica fidedigna de todo lo que me pasó en la infancia, en la adolescencia y en la juventud, ni muchísimo menos. Hay un porcentaje elevadísimo de invención, yo diría que un ochenta por ciento es inventado. Es como una escenografía en un tiempo detenido, el tiempo de la ficción. Éste me es suficiente, me basta, me interesa. El mundo de Marsé gira siempre alrededor de los perdedores, de la gente humilde que sufrió la posguerra después de la derrota a manos del franquismo. ¿Te resulta eso más fascinante que las historias de triunfadores?
Bueno, es que será seguramente porque ese es el mundo que yo conozco. Yo no me planteo conscientemente: ahora voy a escribir otra novela de perdedores. Simplemente me pongo a describir, me pongo a pensar y a barajar imágenes y recuerdos que tienen que ver con esa época y con esa gente. Me tocó el lado de los perdedores, y entonces será por eso. Hombre, también podría decir que en el fondo me resultan más atractivos desde el punto de vista humanístico y literario. Creo que el triunfo y el éxito son espejismos, son un fraude. Tus personajes están sólidamente trazados, no hay contradicción en ellos. ¿Cómo consigues que no se contradigan en ninguno de los aspectos de sus caracteres, de sus rasgos personales, de sus emociones, hasta del habla?
Procuro hacerlos ver, procuro que el lector los vea moviéndose, prefiero que los vea y por eso les invento hasta, casi te diría, una manera de andar y de gesticular, un tipo de comportamiento físico, para que el lector los vea, en vez de decir cómo son, en vez de explicar su psicología. El retrato psicológico del personaje no me interesa, a mí me gusta que el lector lo vaya deduciendo de cómo actúa y se comporta. Es algo que hice también en prensa, en "Señoras y señores", que empecé publicando en "Por favor" y seguí en "El País". Eran unos retratos fisiológicos, pero también retrataban la personalidad en cuestión. Sí, me gusta describir los personajes. Considero que es necesario, pienso que puede ayudar al lector, que esa descripción le puede decir algo de su persona; o bien que haga avanzar la acción, que sirva para algo, no gratuitamente. Me gusta decir algo a través de esa descripción, del mismo modo que una descripción de un paisaje, de una zona urbana, o de una habitación me interesa siempre y cuando también aporte algo que haga avanzar la acción, que le diga algo nuevo al lector acerca del tema. En alguna ocasión ha comentado que más que barrio o espacio mental, su obra es también un espacio moral. ¿Eso tiene algo que ver con una experiencia colectiva?
Como un planteamiento a priori, no. Lejos de mí pretender ser un moralista. Escribir para trasmitir algún tipo de ideas morales, religiosas o políticas o simplemente sociológicas no me interesa en absoluto. Lo que pasa es que hay un sentido cívico, connatural, que expresamos en muchas formas de vida -no sólo escribiendo- y del cual, si puedo dar testimonio, lo doy; y, en definitiva, hay una serie de conceptos en mi obra respecto a comportamientos, a los sueños, que tienen que ver. Eso es un poco delicado, porque tampoco me gustaría dar la impresión de que son asuntos que no me interesan, porque me interesan mucho. Por ejemplo, -buscando algo muy concreto-, en "El embrujo de Shanghai" hay la historia de cómo se pueden traicionar unos ideales: hablo de las trampas del ideal, de que puedes poner toda la fe, todo el entusiasmo y las esperanza en un futuro mejor y equivocarte; y que otra cosa muy distinta es traicionar esos ideales, venderlos por un plato de lentejas. Hay una serie de cuestiones que me interesan, y mucho, pero yo no me atrevería a decir que planteo mis novelas según unos esquemas en los cuales intento resolver cuestiones morales.
En qué sentido le condicionó el franquismo? ¿La desaparición de la dictadura lo llevó a replantearse cosas?
Como es sabido, durante el franquismo hubo una férrea censura y el escritor no podía dar testimonio de la España real, sometida a los dictados del Caudillo y su camarilla; por lo tanto, esa mordaza condicionó y limitó el trabajo de novelistas y poetas, cineastas y dramaturgos, etc. Cabe preguntarse hasta qué punto la autocensura, conscientes de ella o no, se instaló en nuestro ánimo, en el de muchos escritores. Porque uno sabía perfectamente que a ciertos personajes y a determinados temas -por ejemplo el sexo, la religión, el régimen, la policía, los militares y la jerarquía eclesiástica- no podías tratarlos libremente. Pero acerca de esto yo sólo puedo hablar por mí mismo; de manera consciente no recuerdo haberme autocensurado en ninguna novela. Cuando en los primeros años setenta escribía "Si te dicen que caí" ya sabía que sería prohibida en España mientras Franco viviera, así que me lié la manta a la cabeza y decidí enviarla a México. Fue una decisión acertada. La escritura invisible Desde un punto de vista literario siempre se ha dicho que tu prosa no se nota. Y es cierto. No es ampulosa, pero sí brillante en descripciones, efectiva. ¿Tienes que trabajar mucho para conseguir ese efecto de transparencia y esa aparente sencillez?
Justamente, para que no se note que ha sido muy trabajada, la he tenido que trabajar mucho. Parece una paradoja, pero es así de sencillo. Me gusta una prosa transparente, lo más transparente posible. La prosa es eficaz en lo que me propongo, que es que el lector me siga, es decir, crear una tensión en el texto, por decirlo así, una tensión interior que consiste en ir al grano directamente, deteniéndome allí donde creo que hay que detenerse, a veces incluso con algún arrebato lírico, los menos posibles, y de los cuales casi siempre me suelo arrepentir después, y suprimo muchos de ellos con el fin de que el lector esté atrapado por lo que le estoy contando y no se pare a pensar en cómo lo estoy contando. ¿En qué novelas se siente más orgulloso de su tratamiento del humor?
Las novelas de las que estoy más contento con respecto al humor serían "Últimas tardes con Teresa" y también la última, "Rabos de lagartija", porque me parece que ahí el humor cumple unos objetivos narrativos muy concretos: distanciar un poco la historia de amor, anestesiarla mediante la ironía, porque los materiales -que rozan la novela rosa en "Últimas tardes..."- son muy peligrosos. El humor, en este caso, ayuda a desengrasar, hace correr más los subtemas y le quita hierro a la cosa. Pero yo no sabría decir de dónde proviene. En todo caso, es posible que en "Últimas tardes con Teresa", a pesar de todos los pesares, pueda haber cierta influencia de Nabokov, y muy concretamente de "Lolita", que es también una historia peligrosa, en la cual me di cuenta que utilizaba el humor de esa forma. Es sobresaliente el provecho que usted ha obtenido del cine. ¿Por qué no al revés?
El cine se ha aprovechado de mis novelas, con resultados -hasta hoy- deplorables. Ahora bien, yo también he chupado del cine, tengo influencias del cine, como cualquier escritor actual. Las influencias vienen del cine que a mí me ha gustado siempre, del que ya no se hace: el de los años treinta y cuarenta, el de la Fábrica de Sueños de Hollywood, de cuando el cine tenía a veces poco que ver con la realidad, pero era capaz de crear mundos de ficción fascinantes. Lo que yo lamento de las adaptaciones de mis novelas no es que no hayan sabido recrear mi mundo -eso me tiene sin cuidado-, sino que no sean buenas por sí mismas. Cuando una película es buena, lo es por la bondad de sus valores estrictamente cinematográficos, haya sido fiel o no al texto literario adaptado. Una película puede no parecerse en absoluto a la novela que adapta y sin embargo ser muy interesante. Desdichadamente, en mi caso suelen parecerse un poco demasiado, y tal vez por eso son cinematográficamente malas: chatas, sin vida propia, sin que los que las adaptaron y dirigieron aportaran nada personal. Regreso a la adolescencia Entre las figuras literarias que aparecen en sus novelas, hay algunas que se repiten, pero sobre todo destaca el recurso frecuente a la figura del adolescente que también está en el eje narrativo de su última novela. |
posted by George Cassiel @ 4:20 da tarde |
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Entrevista a Alberto Ruy-Sánchez |
La dimensión estética como política y como poética Entrevista por Felipe Varela y Alberto Castellanos in "Revista La compañía de los libros", Editada por Librerías Gandhi, México, Janeiro 2002
Felipe Varela: La primera pregunta que yo te haría es ¿si Juan Amado, el protaginista de tu libro En los labios del agua, visitara esta ciudad de México, dónde encontraría el deseo?
Alberto Ruy Sánchez: El deseo está en todas partes, está a la vuelta de la esquina, está donde menos te lo esperes. El deseo no depende solamente de las ciudades, pero las ciudades, con el azar de encuentros que provocan, hacen que se multipliquen las posibilidades de reconocer a otros sonámbulos.
FV: En esta saga sobre Mogador, ¿qué es lo que Los jardines secretos de Mogador le aporta a tus dos anteriores libros sobre esa ciudad y qué le aporta a tu narrativa?
ARS: Cada volumen de este ciclo sobre el deseo es un punto de vista distinto sobre un microcosmos, un poco como un cubo cuyo interior se ha visto cada vez desde una ventana diferente. Y en este sentido, en cada uno de los libros, hay diferentes aportaciones, diferentes ángulos. En Los nombres del aire se habla del deseo femenino. En Los labios del agua del deseo masculino. Y en Los Jardines de Mogador hay una conjunción de deseos, hay un reto que impone la mujer al hombre, hay una pregunta sobre las condiciones de encuentro de ambos deseos.
Otra cosa presente en cada uno de los volúmenes es que paulatinamente se va sabiendo quién es el narrador, porque si tú recuerdas Los nombres del aire está escrito en tercera persona, de ahí que no se sepa quién es el narrador. La gente que lo lea puede pensar que fui yo. Pero en Los labios del agua, de alguna manera, se desmiente que yo sea el narrador porque quién realmente lo está narrando es Al Gazali, un hombre muy viejo y de otra época. Por otra parte, Los labios del agua parece escrito por un hombre en primera persona, Juan Amado, quien hace un retrato de todos sus deseos masculinos, incluyendo el deseo de tener muchas mujeres. Y en Los Jardines secretos de Mogador se demuestra que no fue un hombre el que escribió esa historia, sino una mujer, la abuela de la protagonista de Los Jardines secretos de Mogador, que contó con ironía la vida de su marido, Juan Amado, en primera persona.
Entonces hay una especie de escalera de caracol y cada vez que avanzamos un escalón vemos hacia abajo con una perspectiva más amplia. Así, esta estructura del conjunto de las novelas va formando una espiral que nos permite ver diferentes planos de la narración e ir viendo cómo cada narrador es siempre una máscara. Y por lo tanto puede ser visto desde otro ángulo. No porque “máscara” sea “ocultar” sino porque la identidad misma es una máscara, incluso el deseo es también una máscara, una representación, donde toda verdad es relativa.
FV: En este carácter híbrido de los géneros literarios, si alguien te preguntara qué es lo que escribes, poesía novelada, o novela poética, ¿qué responderías?
ARS: Yo te diría que esa división es cultural. No es una división que esté ahí, en la escritura misma. Por ejemplo, en Estados Unidos se hace una distinción tajante entre lo que ellos llaman “no ficción”, ficción y poesía. Y dentro de la ficción no admiten fácilmente un tipo de escritura como la mía, que les resulta demasiado poética. En la cultura francesa no tienes que explicarle a nadie que esto es una novela porque están más acostumbrados a esta escritura. En este sentido México tiene muchos más vínculos con la cultura francesa que con la cultura anglosajona pues la cultura francesa posee una literatura mucho más abierta y admite a los géneros intermedios con mucha más facilidad.
Como quiera que sea, yo primero escribo lo que necesito escribir y la clasificación dependerá de quien lo lea. Hay quien ha querido clasificar mis libros como poesía. Y hay quien los ha querido clasificar como novela. Y son las dos cosas. A mi me gusta mucho una frase de Pier Paolo Pasolini cuando le preguntaron qué era para él la prosa respondió que “la prosa es la poesía que la poesía no es”. ¿Qué quiere decir? que es otro tipo de poesía. Por otra parte, yo concibo mi labor como escritor no como la de alguien que está concluyendo cada vez una novela o como la de un cineasta que terminó una película. Emprenden una labor, la terminan y ya. Para mí, mis novelas tienen más que ver con la labor del poeta. Se mete mi vida personal, de diferentes maneras y con diferentes códigos, y mis libros van nutriéndose de mi vida, y nunca terminan realmente: son libros de poeta, aunque se presenten como novelas, en los cuales estoy yo y están los instantes de lo que yo veo y de lo que estoy viviendo. Están llenos de instantes con los cuales yo después hago una composición que puede ser considerada una novela. Pero yo no me considero escritor de libros aislados. Para mí la vida es eso, ir construyendo una obra general que tiene sus canales secretos, que tiene sus maneras perversas de vincularse con mi vida. Y en eso soy mucho más poeta que novelista.
FV: ¿Cuál es el recuerdo más vivo que tienes de Octavio Paz?
ARS: Para mí Octavio Paz fue una presencia afectiva muy importante. Los dos años y medio que yo trabajé con él día a día fueron de una gran enseñanza. Yo aprendí a admirarlo y a respetarlo cada vez más. Yo había trabajado en Francia cerca de otros intelectuales que, en el momento en que yo llegué a México, admiraba mucho más que a Octavio, que fueron Michel Foucault, Jacques Ranciere y sobre todo Roland Barthes. Pero a Octavio aprendí a admirarlo muy por encima de otras personalidades.
FV: En este momento de tu vida, cara a tu propia obra, ¿qué es lo que piensas cuando ves hacia atrás?
ARS: Que apenas comienzo a esbozar lo que quiero hacer como narrador. Que me falta mucho por escribir. Es muy extraño porque yo tengo una obra de ensayista mucho más amplia que mi obra narrativa y, por supuesto, como todo el mundo, he dedicado muchas más horas de lectura a otras obras que a lo que yo he escrito. Pero yo no soy alguien acumulativo, pues siempre he tenido mala memoria. Cuando yo veo mis libros de ensayos me doy cuenta que yo pasé por los libros que cito pero nunca le he dado un valor muy grande a la erudición. Por lo tanto yo me siento como alguien que pasa por la cultura y la disfruta y la puede usar para hacer ensayos, para presentarla a los demás, para pensar y difundir una obra, pero yo no acumulo en mi memoria todo eso. Entonces todo el conocimiento de Gide y de otros escritores sobre los que he escrito me ha marcado, me ha dejado huellas profundas. Algunos han entrado en mi cuerpo hasta después convertirse en obra mía, han alimentando con sus preocupaciones mis propias preocupaciones, pero no es algo que yo acumule como un erudito. Es más, te puedo decir que cada vez voy olvidando más lo que he leído. E incluso voy olvidando mis propios libros.
FV: Y ahora que has mencionado a Gide, ¿no se encuentra en tu obra, como herencia literaria, el desencanto?
ARS: No porque en Francia yo tuve una educación no sólo literaria sino también de reflexión política y, necesariamente, toda reflexión política tiene que ser crítica, porque en la política no solamente está la acción de los hombres por una sociedad mejor, sino que están también todas las villanías y todas las atrocidades cometidas en nombre de las utopías. Entonces, estudiar política implica siempre una desilusión, pero no debe ser una desilusión vital, sino que tiene que ser una desilusión que te permita ser crítico ante cualquier utopía que se te presente. Entonces yo no me considero alguien especialmente depresivo y sin embargo he escrito mucho sobre la melancolía. Es un tema que me interesa y que he sentido como propio. No tiene que ver solamente con la desilusión política, tiene que ver con la melancolía casi como un método de conocimiento que nos salva de los entusiasmos brutos. En Francia, también tuve una educación filosófica y parte de la naturaleza de cualquier reflexión es una buena dosis de escepticismo y de duda, lo cual no te impide entusiasmarte por ciertas cosas, pero siempre hay que tener la duda en la mano.
FV: ¿Y qué le aportaría a un mexicano la lectura de tu obra en estos momentos en el que el escepticismo parece ser la atmósfera que nos invade?
ARS: Bueno, en Los Jardines secretos de Mogador está, implícita y explícitamente, la voluntad de algunos personajes por encontrar paraísos cotidianos. Está la afirmación de que es posible encontrar paraísos cotidianos sin una utopía permanente, porque son jardines móviles que tienen la fragilidad del deseo y la fragilidad del encuentro amoroso. Es una afirmación de la vida pero en la que se le dice a la gente “Nada está adquirido para siempre, si quieres paraíso, lo puedes encontrar, pero se acaba en un instante y tienes que volver a comenzar inmediatamente para buscarlo y para tal vez volverlo a encontrar”. Entonces hay escepticismo, pero al mismo tiempo hay una actitud positiva en el sentido de que se afirma la posibilidad de ser feliz a pesar de todo. Pero depende mucho de la imaginación que tengamos para abrir en este mundo nuestra posibilidad de paraíso. Ahora, ¿qué le aportará a la gente en concreto? No lo sé, porque todo libro es una mano extendida que el lector toma o no toma y cuando tú extiendes la mano la persona que toma tu mano lee en ella algo más o algo menos de lo que tú escribiste ahí. Siempre hay un misterio en un libro que se publica, nunca sabes cómo va a ser tomado. Para mí todavía está abierta la gran curiosidad de ver qué pasará con este nuevo libro y cómo será leído, tanto positiva como negativamente. Se presentó en la feria de Guadalajara y ya empecé a tener correspondencia de gente para la cual significa algo. Ya veremos qué sucede.
Alberto Castellanos: Aparte de tu obra literaria, tu presencia en esos círculos franceses tan politizados contrastan mucho con lo que haces actualmente. No sé si esté en lo correcto pero me parece observar un cierto denostamiento de la acción política. Muy por el contrario, hoy propones una vía estética.
ARS: Yo pienso que en mí país, un país como el nuestro, la modernidad, que es necesaria, muchas veces ha implicado la negación de la dimensión estética de la vida. Es un acto político importante afirmar la importancia de la dimensión estética y su recuperación. Nosotros tenemos el gran privilegio de que está muy viva no solamente en nuestros creadores contemporáneos, en nuestros artistas, sino en nuestros creadores artesanales. Y es una dimensión que se ha perdido en muchos lugares y que necesitamos reafirmar. Y sobre todo se está transformando porque no está aislada del mundo contemporáneo. Es muy importante que la transición a la modernidad de México no olvide esta dimensión estética. Entonces más que una denostación de la política, afirmar la estética que nos rodea en la polis para mí es un reto, que todos tenemos. Yo quiero hacer la afirmación de lo que en México va a perdurar a través de los gobiernos, tengan la ideología que tengan. Y si está Fox, que es un hombre inculto y dado a la barbarie de la modernidad, tenemos que luchar por afirmar esta dimensión estética y cultural, porque dentro de su equipo hay gente que sí es sensible a estas cosas. Y si viene después un gobierno izquierdista, si viene también un López Obrador, que también es un hombre inculto y enemigo de la cultura, hay que afirmar a la gente que esté cerca de él para que sea sensible a la dimensión estética de la vida. Afirmar la dimensión estética de la vida es afirmar la vida en unos valores que van más allá de la política y eso se convierte en una afirmación política.
AC: ¿Pero cómo es esa comunicación entre estética y política? ¿Cómo se establece?
ARS: Yo pienso que se establece a través de la sensibilidad, de educar la sensibilidad, el gusto y el deseo de una vida mejor en sus cualidades estéticas. Ya dijo Octavio Paz, por ejemplo, que el surrealismo no sólo es un movimiento sino es una sensibilidad. Es decir, una apertura de lo que vemos y cómo lo vemos para entender que en la vida hay algo más. En este sentido Francisco Toledo se ha convertido en una especie de ombudsman, es decir, una conciencia cívica que ha defendido la dimensión estética de la ciudad de Oaxaca y del estado mismo. Su sensibilidad estética se ha convertido en una lucha política por la defensa de la ciudad y de la vida civil con dimensión estética. Gracias a Francisco Toledo Oaxaca es una ciudad excepcional, independientemente de la riqueza que ya tenía. En México tenemos muchas ciudades como Oaxaca que no han tenido su Francisco Toledo, otras que sí. Y eso es un acto político que le da fuerza a la ciudad y a quien la gobierne, más allá de los sindicatos y al partido al que pertenezca. Entonces, la sensibilidad transforma las posibilidades de la política. Salinas utilizó a las artes para atraer hacia México inversión extranjera. Fox, como es muy pobre culturalmente, no se ha dado cuenta de que la cultura mexicana le podría servir mucho a él y que, bien manejada, invirtiendo en ella de una manera que él no sabe, podría ser uno de los puentes de México hacia le mundo, mucho más fuerte que la mitología del cambio democrático, porque esa es una mitología que se gasta cuando se descubre la realidad de lo que sí cambia y de lo que no cambia. Mientras que la verdad de la fuerza cultural y de la dimensión estética de México, que no tiene en la misma proporción ningún país de América Latina y que no tienen en la misma dimensión ni los Estados Unidos ni Canadá, pudiera ser un arma política y económica impresionante que él no sabe usar. Y eso es muy importante. Hay cosas que van a funcionar más a largo plazo. Los jardineros y otro trabajadores que van a EU van a terminar diluyendo el imperio y muchos de ellos sobreviven mucho mejor que la gente que se queda en México. Entonces, la vida es todo el conjunto de todos los fenómenos que suceden, pero en la afirmación estética hay una salida que no ha sido examinada por nuestros planeadores económicos con la suficiente fuerza y sutileza.
AC: Y ¿qué tanta apertura estética encuentras para sacar adelante este trabajo de Artes de México y para la promoción de la experiencia estética?
ARS: Después de tantos años tenemos afortunadamente una audiencia amplia y fiel, pero por supuesto hay también muchísimas dificultades. Dependemos en gran parte del medio publicitario que no siempre es sensible a publicaciones como la nuestra. No siempre saben cómo usarnos yDependemos muchas veces de empresarios que son muy sensibles a lo que hacemos y otros que no lo son. Dependemos también de instancias oficiales que a veces son sensibles y otras veces no lo son. Es decir, nosotros hemos establecido una pluridependencia que es como un caleidoscopio donde a veces nuestros bonos suben y bajan. Yo soy un ferviente optimista en el sentido de que la gente siempre te puede sorprender positivamente y de que hasta el más cerrado puede de pronto abrirse. Incluyendo a los políticos. |
posted by George Cassiel @ 10:15 da manhã |
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Juan Rulfo - III |
última parte:
"J. S. Volviendo al arte de escribir novelas, ¿cómo es el proceso de creación de un personaje? J. R. No puedo saber hasta ahora qué es lo que me lleva a tratar los temas de mi obra narrativa. No tengo un sentido crítico-analítico preestablecido. Simplemente me imagino un personaje y trato de ver a dónde este personaje, al seguir su curso, me va a llevar. No trato yo de encauzarlo, sino de seguirlo aunque sea por caminos oscuros. Yo empiezo primero imaginándome un personaje. Tengo la idea exacta de cómo es ese personaje. Y entonces lo sigo. Sé que no me va a llevar de una manera en secuencia, sino que a veces va a dar saltos. Lo cual es natural, pues la vida de un hombre nunca es continua. Sobre todo si se trata de hechos. Los hechos humanos no siempre se dan en secuencia. De modo que yo trato de evitar momentos muertos, en que no sucede nada. Doy el salto hasta el momento cuando al personaje le sucede algo, cuando se inicia una acción, y a él le toca accionar, recorrer los sucesos de su vida. J. S. Cambiando un poco el enfoque de esta conversación, ¿diría usted que "Pedro Páramo" es novela de negación?
J. R. No, en lo absoluto. Simplemente se niegan algunos valores que tradicionalmente se han considerado válidos. Para mí, en lo personal, estos valores no lo son. Por ejemplo, en la cuestión de la creencia, de la fe. Yo fui criado en un ambiente de fe, pero sé que la fe allí ha sido trastocada a tal grado que aparentemente se niega que estos hombres crean, que tengan fe en algo. Pero en realidad precisamente porque tienen fe en algo, por eso han llegado a ese estado. Me refiero a un estado casi negativo. Su fe ha sido destruida. Ellos creyeron alguna vez en algo, los personajes de "Pedro Páramo", aunque siguen siendo creyentes, en realidad su fe está deshabitada. No tienen un asidero, una cosa de donde aferrarse. Tal vez en este sentido se estima que la novela es negativa. Esto me hace pensar en aquellas personas que piensan que la justicia más justa es la mejor de todas las justicias, cuando es la más grande de las injusticias. Así, en estos casos la fe fanática produce precisamente la antifé, la negación de la fe. Debo hacer una advertencia. Yo procedo de una región donde se produjo más que una revolución -la Revolución Mexicana, la conocida-, en donde se produjo asimismo la revolución cristera. En ésta los hombres combatieron unos en contra de otros sin tener fe en la causa que estaban peleando. Creían combatir por su fe, por una causa santa, pero en realidad, si se mirara con cuidado cuál era la base de su lucha, se encontraría uno que esos hombres eran los más carentes de cristianismo.
J. S. Puesto que ya se refirió a su región (Jalisco), ¿no quiere elaborar un poco la personalidad histórica de esa zona?
J. R. Sí, porque hay que entender la historia para entender este fanatismo de que hemos venido hablando. Yo soy de una zona donde la conquista española fue demasiado ruda. Los conquistadores ahí no dejaron ser viviente. Entraron a saco, destruyeron la población indígena, y se establecieron. Toda la región fue colonizada nuevamente por agricultores españoles. Pero el hecho de haber exterminado a la población indígena les trajo una característica muy especial, esa actitud criolla que hasta cierto punto es reaccionaria, conservadora de sus intereses creados. Son intereses que ellos consideraban inalienables. Era lo que ellos cobraban por haber participado en la conquista y en la población de la región. Entonces los hijos de los pobladores, sus descendientes, siempre se consideraron dueños absolutos. Se oponían a cualquier fuerza que pareciera amenazar su propiedad. De ahí la atmósfera de terquedad, de resentimiento acumulado desde siglos atrás, que es un poco el aire que respira el personaje Pedro Páramo desde su niñez. Ahora, para cerrar esta plática, vuelvo al punto del posible negativismo de Pedro Páramo. No creo que sea negativo, sino más bien algo como lo contrario, poner en tela de juicio estas tradiciones nefastas, estas tendencias inhumanas que tiene como únicas consecuencias la crueldad y el sufrimiento."
Publicado originalmente em "Siempre! La cultura en México", núm. 1,051 (15-VIII-1973), pp. VI-VII.
(Juan Rulfo respondeu por escrito a esta entrevista). |
posted by George Cassiel @ 10:14 da manhã |
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terça-feira, abril 12, 2005 |
Juan Rulfo - fotógrafo (II) |
Camino arbolado. |
posted by George Cassiel @ 10:00 da manhã |
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Juan Rulfo - II |
Entrevista por JOSEPH SOMMERS (segunda parte):
"J. S. ¿Podría dar una idea de cómo llegó a encontrar la manera de escribir "Pedro Páramo"? J. R. Pues en primer lugar, fue una búsqueda de estilo. Tenía yo los personajes y el ambiente. Estaba familiarizado con esa región del país, donde había pasado la infancia, y tenía muy ahondadas esas situaciones. Pero no encontraba un modo de expresarlas. Entonces simplemente lo intenté hacer con el lenguaje que yo había oído de mi gente, de la gente de mi pueblo. Había hecho otros intentos -de tipo lingüístico- que habían fracasado porque me resultaban poco académicos y más o menos falsos. Eran incomprensibles en el contexto del ambiente donde yo me había desarrollado. Entonces el sistema aplicado finalmente, primero en los cuentos, después en la novela, fue utilizar el lenguaje del pueblo, el lenguaje hablado que yo había oído de mis mayores, y que sigue vivo hasta hoy. J. S. ¿Cómo ve usted el hecho de que algunos críticos digan que "Pedro Páramo" es una novela oscura?
J. R. Bueno, para mí también, en realidad, es oscura. Creo que no es una novela de lectura fácil. Sobre todo intenté sugerir ciertos aspectos, no darlos. Quise cerrar los capítulos de una manera total. Se trata de una novela en que el personaje central es el pueblo. Hay que notar que algunos críticos toman como personaje central a Pedro Páramo. En realidad es el pueblo. Es un pueblo muerto donde no viven más que ánimas, donde todos los personajes están muertos, y aun quien narra está muerto. Entonces no hay un límite entre el espacio y el tiempo. Los muertos no tienen tiempo ni espacio. No se mueven en el tiempo ni en el espacio. Entonces así como aparecen, se desvanecen. Y dentro de este confuso mundo, se supone que los únicos que regresan a la tierra (es una creencia muy popular) son las ánimas, las ánimas de aquéllos muertos que murieron en pecado. Y como era un pueblo en que casi todos morían en pecado, pues regresaban en su mayor parte. Habitaban nuevamente el pueblo, pero eran ánimas, no eran seres vivos.
J. S. Otra pregunta para mí importante: ¿cómo se compagina la visión de un mundo muerto, y por implicación de un México muerto; la visión tan pesimista en donde se niega la progresión del hombre en el tiempo, cómo compaginar esa interpretación tan amarga con la de Juan Rulfo, persona e individuo?
J. R. Bueno, es que en realidad nunca he usado, ni en los cuentos ni en "Pedro Páramo", nada autobiográfico. No hay páginas allí que tengan que ver con mi persona ni con mi familia. No utilizo nunca la autobiografía directa. No es porque yo tenga algo en contra de ese modo novelístico. Es simplemente porque los personajes conocidos no me dan la realidad que necesito, y que me dan los personajes imaginados.
J. S. Pero se supone que una novela refleja la visión del mundo que tiene su autor.
J. R. Tal vez en lo profundo haya algo que no esté planteado en forma clara en la superficie de la novela. Yo tuve una infancia muy dura muy difícil. Una familia que se desintegró muy fácilmente en un lugar que fue totalmente destruido. Desde mi padre y mi madre, inclusive todos los hermanos de mi padre fueron asesinados. Entonces viví en una zona de devastación. No sólo de devastación humana, sino de devastación geográfica. Nunca encontré ni he encontrado hasta la fecha, la lógica de todo eso. No se puede atribuir a la Revolución. Fue más bien una cosa atávica, una cosa de destino, una cosa ilógica. Hasta hoy no he encontrado el punto de apoyo que me muestre por qué en esta familia mía sucedieron en esa forma, y tan sistemáticamente, esa serie de asesinatos y de crueldades."
... continua... |
posted by George Cassiel @ 12:00 da manhã |
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segunda-feira, abril 11, 2005 |
os 16.000 versos traduzidos por Frederico Lourenço! |
Pela Cotovia, nas livrarias.
Frederico Lourenço, em entrevista ao DN de 23 de Março conduzida por Isabel Lucas: "(...) Nunca seria capaz de traduzir a Ilíada se não tivesse feito a Odisseia. A tradução compacta demorou dois anos, foi um contacto diário com mortes, com sangue, com esse viver no extremo... Isso cria uma relação diferente com o texto, com a noção de morte. O poeta precisa de criar esse mundo de horror para contrapor o mundo humano, o mundo da paz que não existe mas que se deseja mais do que qualquer coisa. A grande tragédia da Ilíada é a paz como impossibilidade. Acho que a vida humana é Tróia. Uma cidade sitiada, com a violência e a crueldade a crescer. É o grande enigma da nossa civilização. Está tudo por resolver como no tempo da Ilíada."
"(...) É preciso muita força de vontade, muita disciplina. Mas a grande dificuldade é saber que as traduções ficam sempre muito aquém da beleza do original. Por outro lado, é um texto que se presta a ser traduzido. Pelo menos senti isso, senti o encontro total, como não tinha sentido na experiência de traduzir tragédia grega. Acho que as minhas traduções ficam por aqui porque não vou encontrar nada que esteja ao nível de Homero, nada com uma linguagem que me satisfaça tanto como aconteceu com a Odisseia e com a Ilíada. Acho que foi o meu contributo para a tradução das línguas clássicas. Mas se há muitas dificuldades, haverá também muitas 'facilidades' no sentido em que, por exemplo, não é tão difícil como traduzir um diálogo de Platão, porque a própria língua é mais arrevesada." |
posted by George Cassiel @ 3:12 da tarde |
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Juan Marsé - I |
Publicada em ClubCultura.com. Este texto ha sido realizado con fragmentos tomados de las siguientes entrevistas, revisadas posteriormente por el autor: Ramón Freixas, "Quimera", No. 106-107, 1991. Beatriz Berger, "Revista de libros" suplemento dominical de "El Mercurio", No. 367, Chile, 19/5/96. José Luis Muñoz, "Leer", julio-agosto, 2000. Carles Álvarez Garriga y Manolo Martín Soriano, "Lateral", junio 2000. Círculo de Lectores entrevista a Juan Marsé, para "Círculo Digital".
¿Cuándo nace Marsé, el escritor obrero?
En plena efervescencia del realismo social, en unos momentos en que prevalecían las motivaciones políticas sobre los valores estrictamente literarios, que, de repente, surgiera un chaval que trabajaba en un taller de joyería, limitado a una vida de barrio y con unas vivencias culturales prácticamente nulas, era algo así como la llegada del mesías. En realidad todo esto pertenece al capítulo de la confusión y mitificación de aquellos años. Naturalmente, descubrieron rápidamente que yo no deseaba continuar siendo un obrero y lo que quería era cobrar el máximo posible por los libros para salir de la esclavitud de las ocho horas diarias del taller de joyería, amén de otros trabajos. Como obrero no daba juego, además la novela no tenía pretensiones reivindicativas de orden político, por mucho que nadie quisiese verlo, aunque sí que existía una denuncia indirecta de un país y de una ciudad sometidos al franquismo, pero era una novela de una atmósfera decadente, opuesta a los parámetros del realismo social. ¿Cuándo te planteaste vivir de la literatura?
Incluso después de haber publicado "Encerrados con un solo juguete" no tenía claro si llegaría a ser un novelista. Mi ideal era vivir de las novelas, pero era (y sigo siéndolo) muy escéptico y tardé muchos años en poder desprenderme de ocupaciones paralelas en el mundo de la escritura. Porque, por muy bien que se vendiera un libro, eran ediciones de 10,000 ejemplares y poco más. Imaginar que casi cuarenta años después siguiera editándose "Últimas tardes con Teresa" era impensable. Continué trabajando bastante tiempo en el taller, incluso después de ir a París, donde di clases de español, trabajé en el Instituto Pasteur y traduje guiones del francés al español en coproducciones. De hecho, no fui consciente de mi "vocación" literaria hasta 1963 mientras escribía "Últimas tardes con Teresa". ¿Reconoce algún vínculo entre la joyería y la escritura?
Sí, una relación más bien artesanal. Yo no escribo con ordenador (aunque ahora me he comprado uno), me gusta mucho escribir a mano. Sólo empiezo a pasar a máquina los textos cuando están muy avanzados. Se necesita, sí, una cualidad: paciencia.Las prisas son malas para todo, pero muy especialmente para la literatura, porque es necesario estar atento a muchos detalles y trabajar pieza por pieza. Hay algo de artesanía en esa minuciosidad con que se elaboran los libros. De hecho a mí me cuesta muchísimo escribir y dar por bueno un párrafo. A lo mejor estos días... Sobre todo cuando se pule... Sí, yo me paso la vida corrigiendo. Podría no acabar nunca. De hecho, estoy preparando unas reediciones de mis libros y he ampliado algunas escenas, porque me doy cuenta que podrían mejorarse. A veces encuentro una frase que chirrea, entonces la desmonto y la vuelvo a montar. ¿Por qué no hacerlo? A mí me ha gustado siempre corregir. A veces suelo afirmar que preferiría que otra persona me escribiera los libros, y yo corregirlos.Pero las ideas juegan también un papel fundamental en la creación literaria, ¿o no? Mira, para escribir sólo se necesitan tres cosas: tener una buena historia que contar; saber contarla -lo que significa oficio-, y algo muy especial: tener ganas de contarla. A veces, cuando un novelista no tiene nada que decir, pone mucho énfasis en el cómo, complica la historia, la estructura y el lenguaje. Pero si la historia posee fuerza, aunque a veces no esté genialmente escrita, interesa. Hay autores desaliñados que yo adoro; Baroja, por ejemplo. Se ha dicho que es muy pedestre y a veces con pifias de lenguaje. Bueno, da igual, porque sus personajes poseen una fuerza extraordinaria, es un creador de atmósferas y de personajes, y todo lo que toca tiene vida. El secreto está en dar vida. Conseguir la complicidad del lector es muy importante. Y para atraparlo, cualquier procedimiento es bueno. En definitiva, la literatura de ficción es una mentira bien contada, pero si mediante ella consigues que te crean lo que cuentas, el objetivo está cumplido. El paisaje de la posguerra Existe, a lo largo de toda tu trayectoria narrativa , una fijación por un mismo paisaje, el Guinardó y Gracia, y una época, la posguerra.
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posted by George Cassiel @ 2:54 da tarde |
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GEORGE CASSIEL
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"Este era un cuco que traballou durante trinta anos nun reloxo. Cando lle
chegou a hora da xubilación, o cuco regresou ao bosque de onde partira.
Farto de cantar as horas, as medias e os cuartos, no bosque unicamente
cantaba unha vez ao ano: a primavera en punto."
Carlos López, Minimaladas (Premio Merlín 2007)
«Dedico estas histórias aos camponeses que não abandonaram a terra, para encher os nossos olhos de flores na primavera»
Tonino Guerra, Livro das Igrejas Abandonadas |
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