terça-feira, novembro 30, 2004 |
PRENDA DE NATAL |
Jorge Sampaio dissolve Assembleia.
Santana caiu!
Obrigado. |
posted by George Cassiel @ 7:02 da tarde |
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Raul Rivero libertado! |
... por motivo de saúde! Não por qualquer reviravolta no regime cubano.
De Raul Rivero:
Ensayo sobre la tiranía
La de la calle, la del país
a áspera y vehemente tiranía
que gobierna mi vida ciudadana
es pasajera
porque castiga el cuerpo
pero no tiene agentes ni recursos
para tocar mi espíritu.
Pero óyeme Berta
de tu olor
de tu olor que es señor de mi memoria
de los besos finales
de unas conversaciones
que son ya un eco
del alto rigor de esa tiranía íntima
que yo mismo convoco y hago eterna
nada puede salvarme.
(Puente de guitarra, México, 2002)
E, escrito na prisão:
Remedio
La noche es una mancha casi eterna.
Yo distribuyo toda
la soledad del mundo.
Me salvo
porque hago un cisne de sombra en la pared
y le cuento la vida de Rubén Darío.
Enseguida el poeta nos regala
un alba de oro.
(Raúl Rivero, Verão, 2003)
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posted by George Cassiel @ 3:55 da tarde |
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Os livros são mais rápidos que o olhar |
Não posso ler tão depressa como desejava. E provavelmente nem o deveria. Um livro devorado não é brusco, é saboreado. Mas a velocidade a que me chegam às mãos... é aliciante.
Este último, também deverá ser saboreado:
"O Mal de Montano"
Enrique Vila-Matas (Teorema)
Ana Sá-Lopes apresenta-o no Público. |
posted by George Cassiel @ 2:09 da tarde |
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Incertezas |
até na imagem deste Blog. O mundo em permanente mudança! |
posted by George Cassiel @ 1:13 da tarde |
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Releituras de Montalbán - informação secreta! |
Atenção, a seguir encontra-se um link para uma página muito secreta... de ...
Pepe Carvalho
"El personaje de Pepe Carvalho surgió originalmente en la novela de política-ficción de Manuel Vázquez Montalbán Yo maté a Kennedy, como un superagente secreto gallego con licencia para matar, infiltrado en una Casa Blanca de realidad virtual" |
posted by George Cassiel @ 12:06 da manhã |
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Releituras de Montalbán - a última entrevista |
Manolo dixit
HÈCTOR BRAU
LA VANGUARDIA, 26 / 10 / 2003.
"Esta entrevista no te la publicarán", me dijo Manuel Vázquez Montalbán antes de empezar. Creí que tenía toda la razón. Dejé las preguntas que había preparado a un lado y decidí disfrutar al máximo del tiempo que teníamos, preguntarle sobre lo que realmente me interesaba. Pero fue él quien cogió mi grabadora y se puso a preguntar: "¿Así que eres de Sabadell? ¿Y qué haces en Australia? ¿Para quién trabajas?". Recordó viejos amigos y camaradas de mi ciudad, cotilleamos sobre el mundillo periodístico español, y se mostró totalmente asombrado por la victoria electoral de Arnold Schwarzenegger, de la que le informé. No paraba de preguntar: "Pero, ¿ya es oficial?, ¿seguro?". Y lo era, a pesar de que él no quería creerlo. Hacía sólo unos días que había llegado a Australia. Un Vázquez Montalbán totalmente enérgico había dado su primera conferencia en Melbourne y se disponía a dar la segunda antes de partir a Adelaida, Canberra y Sydney para volver a Barcelona repleto de proyectos. El destino hizo que diez días después de nuestra charla el corazón le dejara de latir en el aeropuerto de Bangkok y que sus palabras sean publicadas hoy en estas páginas.
—"Escribir es un acto de exhibicionismo", dice usted a menudo. ¿Le gusta exhibirse, ser conocido y reconocido?
—En un primer momento, te puede gustar, porque es la ratificación de un sueño, alcanzar identidad, que la gente te identifique. Luego llega un momento en que por mucha gente que te venga a saludar, siempre saludan más a Julio Iglesias, y eso te crea una sensación de batalla perdida. Nunca serás tan conocido como Julio Iglesias y te debes conformar con la gente que te conoce. Entonces pasas a apreciar otro grado de relación, cuando los que te han leído te comunican cómo te han leído.
—Y se completa un círculo.
—Sí, es cuando, de hecho, se termina la escritura. Cuando el lector interpreta lo que tú has escrito, lo ha metabolizado, lo ha digerido, y te dice lo que piensa. A mí, ese momento me interesa mucho. Pero, insisto, llega un momento, a mi edad y con la cantidad de libros que he publicado, que la suerte ya está echada, ya no hay muchas más posibilidades de crecer, en el sentido de más público. En este punto, lo que más te importa es escribir aquello que aún no has escrito, la sensación que te queda es la de que aún no has escrito lo que te mereces.
—¿Le gustaría ser Julio Iglesias?
—No, lo de Julio Iglesias lo he dicho irónicamente. Pero cuando eres adolescente piensas que la fama es un elemento de dominación, que la gente que te lea seguro que va aquedar deslumbrada y va a decir: "¡Qué colosal es ese hombre, qué bien escribe!". Con los años te das cuenta de que todo es mucho más relativo.
—¿Piensa en el lector cuando escribe? ¿Pone en saco diferente al lector literario y al de prensa?
—Hay que marcar diferencias. Por ejemplo, de elección del lenguaje, de elección de complicidad. La clave lingüística de la comunicación a través de un medio de masas tiene unos requisitos, unas servidumbres que nos podemos saltar un poco a la torera los columnistas, porque nuestro género está más cerca de la literatura que del periodismo, pero no del todo. En el caso de la literatura, debes tener en cuenta una serie de claves de comunicación. La construcción de la escritura es mucho más difícil, porque es mucho más larga, densa, duradera, de forcejeos. En cambio, la gracia del periodismo es la urgencia, la rapidez y el que puedas ver tu mensaje materializado enseguida. Si sigo escribiendo en prensa, en buena parte es porque me encanta ver al día siguiente lo que he escrito hoy. En cambio, sabes que un libro puedes tardar dos o tres años en verlo escrito.
—Su capacidad de producción, literaria y periodística, es realmente asombrosa.
—Sí, sí, lo sé. Escribo a veces muchísimo y a veces nada, pero me cunde mucho cuando escribo. Además, el hecho de abordar diferentes géneros, de publicar en prensa, de que me hacen entrevistas, como ésta... eso da la sensación de que estoy mucho más presente que otros escritores mucho más reservados, que están en su casa. Elias Canetti, por ejemplo, no salió a la calle ni cuando ganó el Nobel.
—Además de escribir, usted se documenta muchísimo. ¿Qué medios utiliza?
—Buena parte de las novelas que he escrito me han exigido un trabajo de investigación tremendo. Cuando escribí El pianista, por ejemplo, quise indagar en la vida musical del París de 1936. Eso significó un trabajo de lecturas, indagación... Tuve que reconstruir un mundo musical que no era lo mío para poder situarme dentro de un aprendiz de pianista en el París del Frente Popular del año 36. Otro ejemplo: cuando escribí Autobiografía del general Franco me vi obligado a vomitar los libros que había publicado clandestinamente en Ruedo Ibérico: una especie de diccionario ideológico de Franco que se titulaba El libro pardo del General, que publiqué sin firmar; otro que llevaba por título Los demonios familiares de Franco... Tuve que releerlo todo para poder escribir esa novela.
—¿Nunca pide ayuda?
—Sí, a veces es imprescindible. Cuando escribí una novela sobre los Borgia tuve que documentarme mucho y, antes de publicarla, tuve el valor de dejársela leer al principal experto en la materia del mundo, que no era otro que el padre Batllori, que murió el pasado febrero. Tenía 90 años y le escribí diciendo: “Me gustaría mucho que si no usted, alguien de su cuerda –era un cura liberal– leyera este libro y me señalase las equivocaciones que he cometido”. Él me contestó con una carta muy curiosa: “Si la novela no llega a las 2.000 páginas, yo puedo leerla”. Se la envié, se la leyó y me envió dos páginas magníficas con algunas correcciones que tuve muy en cuenta. La publiqué con la seguridad de que no me había equivocado.
—¿Y ahora, en Australia, también se documenta?
—Sí, este viaje a Australia me va magnífico, porque en mi última novela, Milenio, Carvalho, después de un largo periplo que empieza en Barcelona, llega a Sydney, y desde allí realiza una travesía por el Pacífico hasta Valparaíso. Aunque la novela ya está escrita, al haber estado aquí estoy más tranquilo. Al menos ahora tengo, o tendré, un conocimiento exacto de la ciudad, porque hay lugares y bastante claves en la novela, especialmente del mar de Sydney. Como en Bali, donde a Carvalho y Biscuter les sorprende el atentado. Allí estuve en el 77 o 78, pero reconozco que muchos países que describo los conozco, otros sólo a través de los libros, y aun así siempre me queda la necesidad de conocer los lugares de los que he escrito.
—¿La novela está completamente acabada?
—Sí, el libro está acabado completamente. Ha estado durante meses en un periodo de descanso para luego volverlo a leer y encontrártelo como nuevo; así descubres mucho más los fallos. Además, ahora la enorme ventaja es que puedes modificar todo lo que quieras en el ordenador. Corregir es una orgía, lo puedes hacer con una facilidad técnica tremenda.
—No obstante, no le habrá dado tiempo de visitar todos los países y ciudades que ha situado en sus libros.
—He escrito a veces sobre ciudades que no conozco, pero a veces me ha entrado tal angustia... porque a mí, como periodista, me preocupa cuando escribo novelas la impresión de veracidad. No de verosimilitud, porque no tiene nada que ver lo verosímil y la literatura. Una novela puede ser falsa de arriba abajo y ser verosímil literariamente. En cambio, la veracidad es otra cosa, puede entenderse como una deformación periodística. Cuando escribí Los pájaros de Bangkok ya había estado en Bangkok dos veces. Pero, de pronto, cuando estaba a punto de publicarla, me entró una angustia especial. Creía que no acababa de concretar algunos aspectos. Cogí un avión y me fui a Bangkok. Hice un recorrido solitario por la ciudad, por Chiang Mai, por el Triángulo del Opio, bajé en un tren hasta la costa del golfo de Siam, me fui a una isla, que entonces era desértica y maravillosa, Koh Samui, y ya me quedé mucho más tranquilo. Incorporé a la novela, por ejemplo, ese viaje a Koh Samui, y luego publiqué un libro de poemas sobre Koh Samui.
—¿Y cuando ese viaje, en persona, es imposible?
—Bueno... De las ciudades, lo que quiero cuando escribo sobre ellas es tener al menos un imaginario, saber más o menos cómo son, porque ya tenemos una información previa de muchas ciudades, las tenemos en la cabeza antes de ir a ellas. Recuerdo que la primera vez que fui a Nueva York pensé: ¡esto ya lo has visto! Porque en el cine, la televisión, las lecturas, ya tienes un imaginario de la ciudad. Otras ciudades, en cambio, no crean estas señales. Pero, en general, de las que yo he descrito ya tenía ese imaginario.
—Hablemos de su labor como periodista. Usted se ha mostrado muy crítico con la guerra contra el terrorismo que ha emprendido Estados Unidos y en la que se ha visto embarcada España.
—El terrorismo es peligroso, por lo tanto, tomar medidas contra el terrorismo es lo lógico. Lo que ocurre es que no todas deben ser de carácter defensivo o represivo, sino también analíticas. Hay que preguntarse por qué existe el terrorismo. El diseño de terrorismo que estamos conociendo casi está sustituyendo a la teoría de la conflictividad tal y como lo habíamos vivido en la guerra fría. ¿Por qué existe?, ¿qué causas tiene?, ¿de qué manera podría combatirse? Pero confundir la guerra contra el terrorismo con una guerra santa me parece catastrófico. Esa lucha, además, muchas veces está disfrazada de cinismo, de falsos objetivos, como en el caso de la guerra de Iraq o del secuestro de talibanes en Guantánamo. Es una falta de respeto total a los derechos del hombre que debería ser un emblema de la potencia que lo ejecuta. Llevarse a los presos de guerra como secuestrados clandestinos y ocultos a una base militar... me parece monstruoso: eso no es luchar contra el terrorismo, sino fomentarlo.
—Dijo que las elecciones del pasado mayo serían una prueba para ver qué tipo de memoria histórica a corto plazo tenían los españoles. Los ciudadanos se opusieron a la guerra de Iraq, y aun así el PP no salió afectado.
—Se confirmó lo que se podía sospechar, la esquizofrenia en la conducta de las masas. En el momento de votar funciona una mecánica en la que el elector, aunque se haya manifestado contra el gobierno al que votó, se vuelve a comportar como ya lo había hecho. Es como la dificultad que hay para cambiar de banco o para cambiar de club de fútbol, también se cumple en el momento de cambiar de partido a la hora de votar. Luego, en España, la alternativa que ofrecía lo que llamamos oposición tampoco era tan deslumbrante ni entusiasmaba.
—¿Y esa nueva generación que se movilizó? ¿No votó?
—Eso es algo más grave todavía. Buena parte de los sujetos activos que movieron todas esas manifestaciones era una juventud crítica, más o menos ligada a la izquierda, pero generalmente sin vínculos a ningún partido. Es una nueva cultura crítica, de nuevos movimientos sociales, que, efectivamente, no va a las urnas. Recuerdo que antes de las últimas generales, uno de esos grupos contestatarios montó una especie de referéndum, no recuerdo con qué objetivo. Fui a una de sus mesas y, firmé a favor de lo que pedían. Antes de marcharme les dije: "Bueno, ahora vendréis a votar ahí dentro, ¿no?". Su respuesta fue: "No, nosotros no votamos esas miserias pequeño-burguesas". Claro, con este criterio, el PP obtuvo la mayoría absoluta, como la hubiera obtenido cualquier otro partido. Si el sector más crítico de la población se abstiene está casi garantizada la lógica del conservador en el voto, tanto del voto de derecha como del de izquierda, porque siempre votan los mismos, que son los que piensan: "¿para qué voy a votar a otros?". De todas maneras, en las elecciones municipales y las autonómicas la gente vota mucho al que ya ha ejercido. Las generales tienen otra dimensión. Y las generales van a llegar mucho después de la burla de Iraq y en un momento en que el PSOE no está en su mejor momento.
—¿Confía en que los movimientos que se manifiestan contra la guerra y la globalización acaben ofreciendo una vía alternativa al mundo actual?
—Lo que está ocurriendo en este siglo es que después de la tremenda dialéctica que fue el siglo XX, cargado de tensiones, disputas, grandes esperanzas y grandes desilusiones, se está reconstruyendo una cierta razón crítica. Y es que, precisamente en clave de globalización, ha surgido un conflicto entre la globalización como diseño inapelable que presentan los grandes poderes económicos, políticos y militares, y la respuesta de la ciudadanía, que se da cuenta de que eso no se corresponde del todo con sus intereses. Esto ha marcado las protestas desde Seattle hasta las manifestaciones de Barcelona, las de Sevilla en la época en que Aznar era presidente de turno de la UE, las de Praga, de Génova, de Cancún... y lo que queda por venir. Esto es imparable.
—Pero sin traducción política...
—Ya veremos qué resultados políticos tiene. De momento, ha tenido un resultado muy curioso: la prepotencia del sistema globalizador se ejercía o se planificaba a través de los encuentros de Davos. En cuanto se armó el lío de Porto Alegre, de las manifestaciones, los de Suiza tuvieron que cambiar de tono el discurso e incorporar un tono más social. Porque se dan cuenta de que los antiglobalizadores podrán tener más o menos fuerza, y ellos podrán tener más o menos fuerza para aplastarla, pero que, objetivamente, esa respuesta y esos problemas denunciados existen, y por tanto alguna cosa habrá que hacer. Por tanto, el pesimismo con el que se acabó en el siglo XX, cuando parecía que no había ninguna posibilidad de cambio, que había muerto toda idea de progreso, que el optimismo histórico no tenía ningún sentido... parece que en este comienzo de siglo se vuelve a sustituir por la esperanza.
—Volvamos al trabajo de documentación: ¿Cómo se pone al día el periodista Vázquez Montalbán?
—Leo casi toda la prensa posible, tengo en cuenta algunas publicaciones e intento estar al día. Hoy día, afortunadamente, se publican libros sobre temas de fondo de carácter internacional, económico o político. Por ejemplo, aparece la obsesión por la globalización de la que hablábamos y de inmediato, en el mercado literario, aparecen 60 libros sobre esto. Cualquier tema que alcanza dimensión de fenómeno mundial inmediatamente está documentado, al menos a esos niveles. Y para lo que yo hago en periodismo eso me basta. Por otra parte, evidentemente, está la capacidad de análisis crítico de cada uno, su método de análisis o su propia posición ideológica ante la realidad.
—¿Y trabaja solo?
—Tengo la agencia literaria. Me soluciona problemas, como montarme este viaje a Australia. Pero no tengo ni un secretario ni una secretaria ni nada. Lo debería tener, pero llega un momento en el que he establecido una rutina y sé que sería catastrófico. Seguro que no le dejaría hacer nada, estaría todo el día encima de mi ayudante, diciéndole "no, no, esto lo quiero hacer así". Entonces prefiero, por el tiempo que me queda de lucidez, acabar en solitario.
—¡Esperemos que le quede mucho tiempo de lucidez!
—No creo que me quede demasiado, cuando empiece ya a hacer tonterías... Espero que me sigan interesando los resultados del Barça, como síntoma de que aún conservo una cierta tensión energética.
—El fútbol es un buen indicador de que mantienes la cordura.
—Sí. Hay una historia muy bonita de un jugador histórico del Barça, Samitier. Cuando estaba a punto de morirse se compró una sepultura en el cementerio de Les Corts, junto al Camp Nou, y cuando le preguntaron por la adquisición, dijo: "Es que así, por los gritos de la gente, los domingos sabré cómo va el Barça". Un caso de postrimería macabra.
—Hablemos de Milenio. Con ese viaje alrededor del mundo, Carvalho y Biscúter entrarán de pleno en la globalización.
—Sí, es como lo que hablábamos. La novela empieza en clave terriblemente pesimista, pero el final es positivo. La mirada de Carvalho es muy pesimista; en cambio, la de Biscúter va evolucionando hacia lo positivo. De forma que quien acaba siendo optimista es Biscúter, y no Carvalho, en un juego de transferencias parecido al de El Quijote. Al final, quien quiere continuar la aventura y la lucha contra los molinos de viento es Sancho Panza, porque Don Quijote está cansado y deja caer la toalla. Al final de la novela se produce un juego de este tipo, es un final un poco sorprendente.
—Entonces, Biscúter está esta vez más de acuerdo con usted que Carvalho.
—No lo sé. Los dos son criaturas mías... Podríamos decir que sí, que Biscuter y yo coincidimos, pero no soy tan entusiasta como él.
—Tras esta última entrega de Carvalho, ¿qué proyectos tiene para el futuro?
—Tengo un libro. Lleva por subtítulo Por el imperio hacia a Dios o por Dios hacia el imperio. Es todo lo que he escrito sobre Aznar a lo largo de muchos años, pero ahora presentado como libro. No es una colección de artículos, sino que he cogido toda la línea argumental para compaginarla en un libro. Saldrá antes de Navidades. Antes que Milenio, que no estará a la venta hasta febrero o marzo. Y tengo empezada otra novela muy distinta, y dos libros de poesía. El año que viene publicaré al menos uno de ellos. Son libros que llevo en el bolsillo desde hace cuatro o cinco años. Aunque tengo muchos proyectos: dos o tres novelas más y me encantaría recuperar una novela radiofónica que escribí hace 30 años: María Hitler. Ella es una especie de dirigente terrorista internacional, hija de una militante de la sección femenina de Falange y de Hitler. Este argumento, en conexión con el primer Carvalho... Me divertiría mucho. Sería un Carvalho de los años 60, es decir, un Carvalho de 30 años. Un recordatorio.
—Claro, porque el camino que ha emprendido Carvalho en sus últimas aventuras... ¿Ya sabe qué va a ser de él en el futuro?
—No. En la novela que publiqué antes de Milenio, El hombre de mi vida, hago un poco de coña y trato de que se convierta en un funcionario de la Generalitat, que sea un espía de la Generalitat, un espía posmoderno, pero eso no le sale bien. Ésta era una posibilidad, que acabara de espía de ayuntamiento o de espía de industria privada, pero no sé, porque Milenio tiene un final de difícil salida. Me pareció muy divertido y pensé: “Bueno, ¿a ver qué haces después? Porque después de este final..."
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posted by George Cassiel @ 12:00 da manhã |
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segunda-feira, novembro 29, 2004 |
Releituras de Montalbán - o próprio |
Manuel Vázquez Montalbán
(Espanha, 1939-2003)
"Poeta, periodista y novelista nacido en Barcelona. La política y la crítica social fue constante en su obra, aliñadas con elementos de la cultura popular, aunque tuvo más alcance como narrador. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1991 por la novela Galíndez sobre el asesinato del político en la República Dominicana; el Premio Planeta por Los mares del sur (1978), el internacional de Literatura Policiaca en Francia y el Premio de la Crítica. Guionista de su novela El laberinto griego para la cinta dirigida en 1993 por Rafael Alcázar, es autor de numerosos artículos periodísticos y también de una antología de la canción popular española hasta 1975. Como periodista, colaboró con revistas y diarios con artículos sobre la actualidad española: Hermano Lobo, Triunfo, El País, Interviu y La Vanguadia. Entre sus obras destacan, Una educación sentimental (1967), Movimientos sin éxito (1969), A la sombra de las muchachas sin flor y Coplas a la muerte de mi tía Daniela (1973), Praga (1982); la recopilación Memoria y deseo (1986) y Pero el viajero que huye (1991). Recordando a Dardé (1969), El pianista (1985), Los alegres muchachos de Atzavara (1987), Cuarteto (1988), y el ciclo de novelas policiacas que protagoniza el detective Pepe Carvalho: Yo maté a Kennedy (1972), Tatuaje (1975), Los mares del sur (1978), La soledad del manager (1978), Asesinato en el Comité Central (1981), La rosa de Alejandría (1984), El balneario (1986), El delantero centro fue asesinado al atardecer (1988) y El laberinto griego (1991). También es autor de los ensayos El estrangulador (1994), Manifiesto desde el planeta de los simios y Pasionaria y los siete enanitos (1995) y Un polaco en la corte del rey Juan Carlos (1996). Murió el día 18 de octubre del 2003 debido a un paro cardíaco que sufrió en un viaje a Thailandia." © epdlp |
posted by George Cassiel @ 5:32 da tarde |
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Releituras de Montalbán - ele vai andar por aqui... |
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posted by George Cassiel @ 5:27 da tarde |
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Releituras de Montalbán |
Manuel Vázquez Montalbán, ayer (18/4/1997) en Barcelona ( C. Bautista).
Manuel Vázquez Montalbán: «La ironía me ha salvado de la literatura apologética»
ARCADI ESPADA, Barcelona, EL PAÍS, 19/4/1997.
"Manuel Vázquez Montalbán publica El escriba sentado (Crítica), una serie de retratos de los libros y autores que -a partir del azar y el instinto o del deber cultural- le han conmocionado. En esa biografía aparece una tensión entre lo individual y lo colectivo que MVM dice haber cruzado a partir de la ironía, eficaz salvoconducto para no incurrir en la apologética. La imagen del escriba como siervo ilustrado de la voluntad real le permite al autor encarar la historia de la literatura, escribe, «como un continuado espectáculo entre escribas sentados y no sentados, entre ese mero reproductor o avalador directo o indirecto de la ideología dominante y su contrario, el especialista de la liberación ».
El intelectual orgánico colectivo, expresión que acuñara Antonio Gramsci para definir el perfil y la función del partido -del partido comunista, por supuesto-, es interpretada hoy por Vázquez Montalbán en unos términos fraternales que rebasan sus antiguos límites. «La emulsión de ese intelectual orgánico sería hoy la expresión de un pacto universal en torno a la razón, es decir, algo bastante improbable.» Por lo que respecta a la función del intelectual, individualmente considerado, Vázquez Montalbán se adhiere sin mayor problema a la calificación inorgánica del intelectual, patrocinada por Jorge Semprún. «La independencia siempre me ha parecido una condición del ejercicio intelectual. Desde tiempos lejanos. Ya cuando me decían, 'tú tienes dos ojos, pero el partido tiene mil', insistía en conservar los míos».
El escriba sentado -textos escritos a lo largo de los últimos treinta años en los que sólo se han introducido pequeñas modificaciones de estilo- y el conjunto de la biografía intelectual de MVM puede ser analizado desde la tensión entre los deseos individuales y los deberes colectivos, o entre la historia -o la política- y la literatura. «Mi lenguaje», asiente, «es una consecuencia de esa tensión. Es evidente que en la división del trabajo hay quienes tienen su escriba y quienes no. Mi origen me obliga a estar muy vigilante con el uso social de las palabras. Pero también es verdad que la lógica interna de la literatura no puede subordinarse a la lógica histórica y política». Como él mismo dice, no sin irónica mansedumbre, él es un «eslabón perdido» entre la generación de Jaime Gil de Biedma y Carlos Barral y la de Félix de Azúa o Eduardo Mendoza. MVM fue al tiempo poeta novísimo -integrante de la famosa antología de Castellet- e intelectual políticamente comprometido hasta el punto de la cárcel. En ese filo ha ido moviéndose, armado de ironía: «La ironía me ha salvado del peligro de hacer literatura apologética».
¿Los autores de MVM?: Sartre, Dostoievski, Baroja -espléndido texto éste-, Benedetti, Sciascia, Chester Himes, García Hortelano, Marsé, Mendoza y Gil de Biedma. Luego los obvios -por orden alfabético-, desde Beckett a Woolf. Una ausencia entre los obvios: Proust ¿ Lapsus u olvido deliberado? «Más bien lapsus . Sobre Proust escribiré en el segundo volumen de esta biografía lectora, que ahora preparo, y que se llamará La literatura en la construcción de la ciudad democrática». "
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posted by George Cassiel @ 5:07 da tarde |
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Releituras |
ainda não encontrei melhor imagem!
Reler o "Escriba Sentado" de Manuel Vázquez Montalbán depois de uma sensação de urgência!
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posted by George Cassiel @ 2:36 da tarde |
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Casper David Friedrich , 1840
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posted by George Cassiel @ 2:17 da tarde |
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sexta-feira, novembro 26, 2004 |
Bom fim-de-semana! |
Holbein, "The Ambassadors" (1533)
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posted by George Cassiel @ 6:01 da tarde |
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O obrigado matinal de George Steiner |
"Quando me levanto de manhã, digo «obrigado». Há duas espécies de seres humanos, os que dizem «obrigado» e os que dizem «que se dane». Eu sou dos primeiros, os que dizem «obrigado», sempre fui. Lembro-me que sobrevivi com a minha família em 1940, por milagre, fomos levados para segurança por milagre. Tive uma vida muito gratificante. Tinha esperanças de ser um grande escritor, que não sou, esperava ser um artista, não sou, tinha esperanças de ter sido. Não fui. Mas tive dois ou três momentos na vida em que levei a carta, fui o «postino», e fiz uma grande diferença. Lembro-me do dia em que disse ao «Times Literary Supplement» que ia escrever um grande artigo sobre um escritor e eles me perguntaram como é que se escreve Celan, Paul Celan? C, E, L, A, N? Foi o primeiro artigo sobre ele em inglês e fiquei muito feliz de o fazer. E fiz isso por um certo número de grandes escritores, levei a carta para o marco do correio certo. Isto foi um grande privilégio, que é o do grande executante de música. Sem os que a tocam, não teríamos a grande música que foi composta."
Entrevista
Expresso, 22-6-2002
George Steiner
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posted by George Cassiel @ 5:37 da tarde |
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quarta-feira, novembro 24, 2004 |
A palmatória |
Pois... este último livro do Gonçalo M. Tavares fez-me dar a mão a esse objecto de repressão... a palmatória.
O livro é mesmo muito bom. Mereceu o prémio e merece ser lido.
O ritmo, as personagens, uma escrita que começa a definir um estilo muito pessoal e interessante, criaram uma obra recomendável.
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posted by George Cassiel @ 4:54 da tarde |
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Objecto abjecto |
Novidades (im)pertinentes na Blogosfera que (pro)metem muito!
Um Diário Abjecto a visitar. |
posted by George Cassiel @ 2:28 da tarde |
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segunda-feira, novembro 22, 2004 |
Será criminoso gostar do que escreve Lobo Antunes? |
espero que não!
Se bem que a relação com a obra dele nem sempre tem sido feita de "palmadinhas nas costas", desta feita, o livro "Eu hei-de amar uma pedra" voltou a fazer-me aquelas "cócegas nos olhos deslumbrados", que só as grandes obras e os grandes autores conseguem causar.
Será criminoso?
Lê-se tanta coisa contra o António Lobo Antunes que receio que, após este "post", o Blog venha a ser objecto de atentado. |
posted by George Cassiel @ 5:50 da tarde |
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quinta-feira, novembro 18, 2004 |
A propósito do Silêncio... de ontem. (em francês para "internacionalizar" este blog... já apeceram textos em inglês, castelhano, catalão...) |
L'homme heureux ne se sent bien que parce que les malheureux portent leur fardeau en silence. Sans ce silence, ce bonheur ne serait pas possible.
Anton Tchekhov
Ecoutez ce silence, quel grand fracas il porte en lui ; et rien ne sert de se couvrir les oreilles.
Dario Fo
Du silence naît tout ce qui vit et dure ; car c'est le silence qui nous relie à l'univers, à l'infini, il est la racine de l'existence et par là l'équilibre de la vie.
Yehudi Menuhin
La parole est une aile du silence
Pablo Neruda
Dans les silences, on peut dire tant de choses
Michelangelo Antonioni
L'étonnement est suivi du silence
Voltaire
Le silence oblitère tout.Paul Auster
Le silence n'est un outil de terreur que pour les gens qui sont incapables de se taire parce qu'ils ont l'obsession de la parole... Ce sont d'ailleurs des gens dont on peut se passer
William Burroughs
La parole ne représente parfois qu'une manière, plus adroite que le silence, de se taire
Simone de Beauvoir
Le silence est la plus belle preuve de l'amour.
Amélie Nothomb |
posted by George Cassiel @ 3:09 da tarde |
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quarta-feira, novembro 17, 2004 |
Hoje |
Hoje, silêncio
(...
...) |
posted by George Cassiel @ 4:32 da tarde |
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terça-feira, novembro 16, 2004 |
Jerusalém - Gonçalo M. Tavares |
Para não ficar atrás do Francisco José Viegas, que publicou no domingo um pequeno post sobre o novo livro do Gonçalo M. Tavares ("Jerusalém"),
até porque este autor já passou por cá e por aqui,
fica também uma pequena nota:
o livro começa bem, com um fulgor inteligente. Ainda não o li, depois da primeira página, mas é agradável ao toque. Promete ser mais um bom, senão melhor, livro da sua série negra.
E acrescento uma imagem publicada pelo Abrupto Pacheco Pereira, também negra... a imagem!
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posted by George Cassiel @ 3:25 da tarde |
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16 de Novembro de 1849 |
Fyodor Dostoevsky foi condenado à morte.
Um tribunal russo sentenciou a pena de morte por alegadas actividades antigovernamentais associadas a um grupo intelectual radical. A execução foi anulada no último minuto.
Dostoevsky começou a participar em reuniões no Grupo Petrashevsky, suspeito de actividades subversivas, originando a sua detenção em 1849.
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posted by George Cassiel @ 1:49 da tarde |
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segunda-feira, novembro 15, 2004 |
Instantâneos do fim de semana |
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posted by George Cassiel @ 1:17 da tarde |
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Atropelados pela vida. |
Todos os caminhos vão dar ao mar... depois à cidade! Mesmo que o carro avarie, as pernas se cansem e o frio nos corte a alma, a força avassaladora do fascínio impele-nos até ao mar.
Depois do mar a cidade. O regresso à teia.
Depois do choque, do atropelamento mortal com a vida, reacende-se o fascínio... maior.
A chama que perdura depois de alimentada. |
posted by George Cassiel @ 1:04 da tarde |
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sexta-feira, novembro 12, 2004 |
A cidade, depois do mar. |
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posted by George Cassiel @ 5:28 da tarde |
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Bibliotecas Públicas II |
Continuando as provocações sobre este tema:
Diário de Notícias de 12/05/2003, Por Viale Moutinho
Com o advento das novas bibliotecas e Casas de Cultura nos municípios portugueses, surgiram duas novas classes de funcionários públicos com cobertura praticamente nacional: os bibliotecários e os animadores culturais com habilitação própria, empenhados em iniciativas articuladas sobretudo com as escolas. Em cada biblioteca, tarde ou cedo, aparecem uma ou mais estantes que são o chamado fundo local. Seja, ali se reúnem, aliás para mais rápida disponibilização, os livros sobre a terra e região, bem como pastas-arquivo com fotocópias de recortes de jornais e de outros livros com a mesma finalidade. Os alunos sabem que ali encontram materiais para os seus trabalhos. Pelo menos um ponto de partida. Aqui há uma conjugação que parece completa e ainda relacionada com as bibliotecas de escola _ as pontes cabem à imaginação de bibliotecários e professores. Porém, ainda outro dia ouvi de um moço, ostensivamente avesso à leitura, que o poderia encontrar a ler qualquer coisa na biblioteca a partir do dia em que visse para lá entrar um professor com a mesma finalidade. Precisava do exemplo e não sei se ele não teria razão. Há um esforço para a constituição e manutenção de bibliotecas municipais e escolares nem sempre compensado com a sua utilização regular. Pois, os professores queixam-se que os alunos não lêem, mas também não exibem o seu exemplo. E é pena.
Já os animadores culturais, muitas vezes em contacto com os bibliotecários, querem animar culturalmente a terra e projectam iniciativas, estas custeadas por uns cobres sacados à má fila a um vereador distraído. Inaugura-se uma exposição de autor de gabarito e a inauguração fica às moscas, assim como os dias que se lhe seguem. O mesmo quando se consegue o concurso deste ou daquele escritor ou cientista ou afim, que vai iluminar um pouco o ambiente e arejar cabeças com as suas palavras informadas. Às vezes, a casa está às moscas e gora-se ali mesmo o entusiasmo pela iniciativa. Ainda me recordo de um velho amigo meu, presidente da direcção de uma instituição cultural que, volta e meia, recebia ilustres personagens palrantes. Pois bem, após dois lamentáveis fiascos de público, negociou com um asilo que lhe mandasse os 30 rapazes mais velhos, engravatados e de fato. A moeda de troca era um empenho extraordinário junto das autoridades para conseguir instalações e subsídios! Recordo-me de ouvir um ilustre e bem conhecido medievalista catalão, Emílio Saez, congratular-se por no Porto o interesse pela época que ele estudava ser objecto de interesse de um tão nutrido grupo de jovens. No entanto, estranhava mais estarem todos de fato cinzento e usarem a cabeça rapada e cara tão triste!
Quero com isto dizer que, infelizmente, nos municípios escasseia o entusiasmo pelas acções culturais. Isto de um modo geral, que já vi iniciativas encherem casas na província como seria inimaginável nas metrópoles de Lisboa e Porto. São sempre diminutas elites que comparecem e há um que outro a suspirar, mal convencido: «Poucos, mas bons...» E tudo isto, porque não se fez a chamada revolução cultural das mentalidades, embora os instrumentos estivessem disponíveis. As feiras do livro multiplicam-se, mas a estratégia é outra, menos cultural, embora o não pareça... |
posted by George Cassiel @ 5:14 da tarde |
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Em defesa do empréstimo público nas Bibliotecas Portuguesas |
Petição |
posted by George Cassiel @ 5:10 da tarde |
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Para hoje, ou amanhã |
Véns (Lluís Llach)
Véns com un déu nu
amb un rínxol de mar als cabells.
Faig per no encreuar
el convit dels teus ulls a l'amor,
jo anava cap a ponent, ric de presses, pobre en temps
però res d'això no et commou
i així vols seduir-me, així vols seduir-me... així.
Véns quan ja me'n vaig
sense ganes de jocs ni enrenous.
Saps que em pots guanyar
i m'encercles el sexe, el cap, i el cor.
Parles de fer un món millor junt amb mi, sempre junts,
Em dius que em vols insubmís
i així em fas somriure, i així em fas somriure... així.
Sol, però no pas boig,
sé que el nostre demà és d'un dia o dos.
Com vols allitar
el teu cos de vint anys i el meu cos.
Treu-me la mà del damunt, i què em deies del PP,
sí, però només un moment,
i així em fas somriure, em fas somriure... així.
I quina sort que has arribat, trasbalsant-me quietuds,
deixant-me el cor a punt d'esclat quan em creia vençut.
Perquè has obert alguna llum
amb les espurnes dels teus ulls
i aquest somriure màgic.
Perquè has encès alguna llum
en l'horitzó que tinc als ulls
i que ara em sembla màgic.
Quan demà seré
riu avall entre els aubis de tardor,
vull mirar-me el sol
més feliç que captiu dels records.
Treu-me els teus llavis dels ulls, ser d'esquerres és un pal,
deixa la llum com està
i mai no l'apaguis.. mai no l'apaguis... no.
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posted by George Cassiel @ 2:16 da tarde |
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Bibliofagia |
O novo livro do Lobo Antunes chegou-me ontem às mãos.
Para devorar. |
posted by George Cassiel @ 1:18 da tarde |
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quinta-feira, novembro 11, 2004 |
Nova Imagem |
... este blog mudou a sua imagem... aguardo comentários, sinceros! |
posted by George Cassiel @ 5:05 da tarde |
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quarta-feira, novembro 10, 2004 |
Silêncio |
"Se calhar toda a arte devia tender para o silêncio Quanto mais silêncio houver num livro, melhor ele é. Porque nos permite escrever o livro melhor, como leitor. " António Lobo Antunes, em entrevista ao Público, 9-11-2004
(silêncio...
...) |
posted by George Cassiel @ 2:52 da tarde |
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segunda-feira, novembro 08, 2004 |
Sentido de humor fedorento, diz o gato |
- Vai ler o Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Qual Blog?
- O Blog!
- Ah! O Blog!!!
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posted by George Cassiel @ 1:19 da tarde |
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sexta-feira, novembro 05, 2004 |
Apetece-me |
Apetece-me sair uns dias para escrever. Sobre as nuvens. Não escrever sobre! Escrever por cima delas. Como se fosse possível escalar uma montanha e sentar na primeira que encontrasse. E sentar-me. E escrever. E olhar cá para baixo e rir-me de mim mesmo. Apetece-me sair e rir-me de mim, sobre as nuvens que ficam depois das montanhas. E dormir depois disso, com um sorriso interminável, sobre uma almofada de letras e biscoitos de chocolate.
Toni Onley
Mountain Clouds
30 x 22 Inches
mixed media on paper
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posted by George Cassiel @ 5:08 da tarde |
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Novidades |
Chegou-me às mãos, fresquinho, "Amar não acaba" do Frederico Lourenço, pela Cotovia. Uma crónica muito pessoal que promete!
Dele disse-se no DN de 23 de Outubro:
"Talvez se possa achar que F. Lourenço ainda é novo o suficiente para não publicar já estas suas confissões. Mas a idade não conta quando se cria um mundo próprio como aquele em que o escritor, decerto, vive.
Talvez se possa achar que existe aqui mais do que um relatar de uma vida, pois esta literatura não disfarça um balanço de contar a vida, nem deseja ser fábula - é assim que foi e assim será.
Talvez se possa estar neste livro tão à vontade como em outra novela que demore 115 páginas e seja encadernada como esta, em fina lombada de cor clara.
Porque as histórias que nos conta ao longo deste volume não serão assim tão de uma só pessoa como se poderá pensar. Este acerto de contas com a adolescência é como um romance - justifica-se aqui a palavra «disfarça» usada acima - que nos envolve na realidade de «um» e pode estender-se a «uns» sem ser difícil fazer tal ponte.
Com o mote lançado ao segundo parágrafo, a «crónica pessoal» envereda por caminhos de uma sexualidade - onde o avô é um achado! -, e devora os anos que se seguem numa sucessão histórica, engole os factores sociais e vê-se submersa pela grandeza cultural. E, tal como o personagem de Calvino acabou por fazer, havia que fotografar. Nem que fosse o sonho!" por joão céu e silva |
posted by George Cassiel @ 4:54 da tarde |
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quarta-feira, novembro 03, 2004 |
Há dias assim... sem esperança |
ele ganhou mais quatro anos... nós perdemos! |
posted by George Cassiel @ 3:12 da tarde |
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terça-feira, novembro 02, 2004 |
Esboço de uma autobiografia não autorizada de um meu heterónimo que nunca me foi apresentado |
Sentia-se apodrecer se estivesse muito tempo no mesmo sítio
as varandas precisam de ter vistas diferentes,
explicava sempre. O mundo que tinha pela frente deveria ser obrigatoriamente variado.
Criou de si próprio a imagem de um artista insatisfeito e errante. O aspecto propositadamente despojado e ausente -
“lunático”,
dizia o seu cartão de visita – ajudou a sustentar o mito do potencial escritor incompreendido. Mas nós continuávamos a acreditar, mesmo que interiormente soubéssemos da farsa que em conjunto tínhamos criado.
Amei-o, é verdade, mas nada do que senti por ele me confundiriam a análise imparcial que faço da sua obra.
as varandas precisam de ter vistas diferentes,
assim era a sua escrita. Uma permanente leitura da realidade com olhos diferentes, como se auto-excluísse da pessoa que era e encarnasse noutro narrador, diametralmente diferente. Amei-o, também por isso.
“Não me recordo de quando comecei a morrer”,
começava o primeiro caderno, cuidadosamente escrito a tinta preta. Naquele dia foi diferente,
olha, este não é o primeiro.
Estão todos numerados,
mas começa por este,
e entregou-me um caderno castanho, bastante usado, não muito grande mas com cerca de duzentas folhas, algumas já soltas ou rasgadas, e por isso se justificava o elástico que o prendia. As condições de conservação não melhoravam à medida que avançávamos na numeração dos cadernos. O seu estado variava aleatoriamente revelando não haver uma ordem cronológica intencional.
“Não me recordo de quando comecei a morrer”,
era a primeira frase daquele caderno, escrita cuidadosamente a tinta preta, na primeira linha da segunda folha.
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posted by George Cassiel @ 6:17 da tarde |
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Para quem quiser |
Carlos Pena Filho, poeta brasileiro, cantava:
“LEMBRA-TE QUE AFINAL TE RESTA A VIDA,
COM TUDO QUE É INSOLVENTE E PROVISÓRIO
E QUE AINDA TENS UMA SAÍDA:
ENTRAR NO ACASO E AMAR O TRANSITÓRIO!” |
posted by George Cassiel @ 6:14 da tarde |
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Don Delillo - o autor |
Photo by Don Hogan Charles/The New York Times
"Don DeLillo published his first short story when he was twenty-three years old. He has since written several other novels, including White Noise (1985) which won the National Book Award. It was followed by Libra (1988), his novel about the assassination of President Kennedy, and by Mao II, which won the PEN/Faulkner Award for Fiction.
In 1997, he published the bestselling Underworld, and in 1999 he was awarded the Jerusalem Prize, given to a writer whose work expresses the theme of the freedom of the individual in society; he was the first American author to receive it. His latest novel, The Body Artist, was published in January 2001. He is also a member of the American Academy of Arts and Letters."
Biografia - Penguin Group (USA).
I was born on Nov. 20, 1936." Except for a short stint in Pennsylvania when he was quite young, he was brought up in the Fordham section of the Bronx, a neighborhood of mostly Italian- Americans.
(from Passaro, 1991)
"My parents were born in Italy. My father came to this country in 1916, I believe, when he was a young boy of nine. There was my grandmother, my father and his brothers and sisters. There was a total of about seven people, including a dwarf, and a child my grandmother picked up in Naples along the way.
"My father eventually went to work for the Metropolitan Life Insurance Company as a sort of auditor in an enormous office at one desk along with a hundred identical desks here in New York."
(from Burn, 1991)
He lived near Arthur Avenue, with its popular food shops and restaurants. It was a childhood of sports, family and games. He played "every conceivable form of baseball," basketball and football. "No one had a football around there. We used to wrap up a bunch of newspaper with tape and use that. That was our football."
(from Passaro, 1991)
"Being raised as a Catholic was interesting because the ritual had elements of art to it and it prompted feelings that art sometimes draws out of us. I think I reacted to it the way I react today to theater. Sometimes it was awesome; sometimes it was funny. High funeral masses were a little of both, and they're among my warmest childhood memories."
(from LeClair, 1979)
"I think there is a sense of last things in my work that probably comes from a Catholic childhood. For a Catholic, nothing is too important to discuss or think about, because he's raised with the idea that he will die any minute now and that if he doesn't live his life in a certain way this death is simply an introduction to an eternity of pain."
(from Passaro, 1991)
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posted by George Cassiel @ 1:37 da tarde |
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Don Delillo |
Martin Amis diz, de Don Delillo, que depois de se ler um livro deste autor ganhamos vontade de ler todos as outras obras. Ora aí está! Depois de "Cosmopolis", "O Corpo enquanto arte", "Os nomes" e, ontem, "Mao II", comecei "Americana".
Um autor verdadeiramente interessante. |
posted by George Cassiel @ 1:31 da tarde |
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GEORGE CASSIEL
Um blog sobre literatura, autores, ideias e criação.
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"Este era un cuco que traballou durante trinta anos nun reloxo. Cando lle
chegou a hora da xubilación, o cuco regresou ao bosque de onde partira.
Farto de cantar as horas, as medias e os cuartos, no bosque unicamente
cantaba unha vez ao ano: a primavera en punto."
Carlos López, Minimaladas (Premio Merlín 2007)
«Dedico estas histórias aos camponeses que não abandonaram a terra, para encher os nossos olhos de flores na primavera»
Tonino Guerra, Livro das Igrejas Abandonadas |
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