(...) "Y es que cuando los libreros nos referimos a las grandes superficies y a los híper tenemos un claro prejuicio, no exento de base empírica, que es el de considerar que todo lo que puedan montar en el terreno de los libros será con el mismo criterio con el que montan la sección de pastas o congelados, maximización de la rotación, concentración en tres o cuatro grandes grupos editoriales y caducidad máxima del producto. Pues bien, esto demuestra que también los hiper pueden ser espacios culturales." A ler, ConValor. |