*retirado de
ConValor e oportuno para a
discussão.
Explicação:
"En abril de 2004 cerró sus puertas una librería de referencia de Boston. Vince McCaffrey, que había estado al frente de Avenue Victor Hugo durante 29 años, hizo en su momento una referencia al porqué de su cierre (hoy funciona a medio gas como librería virtual). Muchas de sus reflexiones sobre el estado crítico del ecosistema del libro son aplicables a nuestro medio. Porque cuando un mercado entero no está funcionando, es que cada uno de los eslabones de la cadena de valor lo está haciendo mal. Después de un agradecimiento sentido a todos los libreros que, antes que él, habían hecho una aportación al oficio y una sinceras disculpas frente a los que siguen en la barricada y a quienes los apoyan, Vince McCaffrey desgrana sus Doce razones para la muerte de las librerías."As Doze Razões:
"
1. La Ley de
Impuestos ( y los políticos, los abogados, los empresarios y los economistas que la han creado para su propio beneficio): una ficción legal de compañías con más derechos que cualquier ciudadano individual, que permite a las grandes cadenas hacer ingeniería impositiva y transforma la sana competencia en un chiste mientras transforma el mercado libre en una ruta oscura hacia un capitalismo de cuño desconocido.
2. Los
editores que
promocionan sus productos con las mismas técnicas usadas para el jabón de lavar o los cereales del desayuno, apuntando a la demografía en lugar de dirigiéndose a personas, buscando los beneficios inmediatos en lugar de considerar el futuro de la industria, ignorantes del arte de la tipografía, del oficio de la encuadernación, de las necesidades y leyes de la revisión, todo ello para hacer un producto adocenado de goma y tintas brillantes. Por ser ajenos a los 500 años de tradición, consiguiendo un resultado devastador.
3. Los
compradores de libros: esos que desean la comodidad y el descuento de las grandes superficies, mucho más que lo bien hecho, lo polvoriento o lo único; los que
compran libros por el precio en lugar de por el contenido y prefieren el brillo de la fama al matiz de lo bueno. Esos que han creado un mercado masivo para la vulgaridad, lo chillón y lo resplandeciente.
4. Los
escritores que
venden su alma a cambio de la publicación, los que escriben lo que ya se está escribiendo o eligen lo novedoso por el simple hecho de su novedad, que optan por alimentar las exigencias de los editores en lugar de hacer su trabajo hasta alcanzar la máxima calidad, los que ponen el estilo por encima de la sustancia, y los que carecen tanto de sustancia como de estilo… y aburren tanto a sus lectores que lo empujan en brazos de la televisión.
5. Los
libreros que alimentan la demanda artificial creada por los departamentos de márketing con vistas a las ganancias rápidas; los que aceptan que los editores los traten como ciudadanos de segunda clase en la República del Libro; los que
sólo recomiendan lo que está de moda en lugar de desarrollar el interés a largo plazo del lector… porque han contribuido a promover la falta de calidad en los contenidos y la muerte de la excelencia del libro.
6. El
Gobierno (local, autonómico, central), que aplica
impuestos exagerados a la propiedad comercial, echando fuera del ruedo a los negocios más pequeños y marginales, que son la semilla de cualquier empresa futura y el hilo que nos mantiene unidos al pasado, y de esta manera matan la personalidad de las ciudades que se llenan de gigantescas cadenas, unas iguales a las otras.
7. Los
bibliotecarios, que alguna vez fueron los guardianes de los libros y
hoy sólo miran y controlan sus presupuestos… porque destruyen libros que habrían durado varios siglos más para hacer espacio a discos y cintas que se desintegran en pocos años y en muchos menos se vuelven obsoletas.
8. Los
coleccionistas, que han dejado de ser ratones de bibliotecas para
convertirse en polillas sólo atraídas hacia lo que brilla; en otros tiempos centinelas de la obra de sus autores favoritos, hoy meros especuladores con el producto efímeros de la celebridad… porque han puesto los libros al mismo nivel que las muñecas Barbie.
9. Los
maestros que recomiendan libros tópicos o basan sus recomendaciones en su propia pereza, en lugar de buscar lo mejor. Porque
han fallado en pasar la antorcha de la civilización a la próxima generación.
10. Los
revisores, que han olvidado el oficio de editar, porque
se ponen al servicio del departamento de márketing y persiguen resultados rápidos y un nombre famoso o fácil de reconocer en lugar de buscar la calidad del contenido. Porque le ofrecen a los autores la ganga fáustica de la fama y la fortuna… mientras en público se rasgan las vestiduras.
11. Los
críticos, por promover lo que ya ha sido publicitado, por encomiar con exageración a los ya consagrados
con el objeto de llamar la atención sobre sí mismos, por hablar con autoridad eclesiástica de lo desconocido… y todo esto para que se les pague por palabra.
12. El
público, el que no lee libros, el que no encuentra el momento;
esos que viven a la luz temblorosa del televisor y serán los primeros en anunciar apocalípticamente el fin de la civilización… porque no han sido responsables de sus actos."
Não podemos culpar a televisão pela morte das livrarias. Eu vejo televisão e adoro ler. Ás vezes é a própria televisão que me incentiva a ler:) As pessoas não vão às livrarias porque os livros são caros e o ambiente é monótono. Eu prefiro comprar livros na Feira da Ladra e na Barateira. Nesses lugares os livros ainda não perderam a magia. Além disso gosto do cheiro dos livros velhos. No meu quarto a maior parte dos meus 700 e tal livros têm o dobro ou o triplo da minha idade...