quinta-feira, março 17, 2005 |
Francisco Umbral - entrevista (30/8/2003) |
(...)En estos momentos de aparente "todo va bien", ¿dónde están los críticos? ¿qué hacen los intelectuales? -Personalmente me comprometo todos los días. Los intelectuales que escribimos en los periódicos lo hacemos para aportar algo comprometido. El columnista político es un intelectual que emplea el periódico para divulgar más sus ideas. Otra cosa es el tema de la literatura política, ahí sí creo que existen pocas aportaciones. Este invierno se me ocurrió escribir una novela política sobre el PSOE. Acabo de terminarla y saldrá a primeros de año. Me ha gustado como ha quedado. -Metidos ya en terreno político, cuando escribió "La Derechona" ¿en quién o qué pensaba? -Hay una Derecha y una Derechona. Digamos que La Derechona es la extrema Derecha, afortunadamente no violenta. Es un amplio concepto que no se encuadra sólo en un partido, es más que el PP. Ahí estarían grandes empresarios, poderosos banqueros, una parte de la Iglesia... toda esa Derecha que siempre se ha creído dueña de España de ahí el aumentativo de Derechona. -De niño usted vivió en Valladolid. Salvando la diferencia de edad, si se hubiese encontrado por aquellas calles al Sr. Aznar ¿hubiesen sido amigos? -Hombre, de pequeño uno es amigo de casi todo el mundo. Las diferencias políticas no existen. En la actualidad si coincidimos nos saludamos mutuamente, sin mucha efusividad pero con corrección. -Dicen que leer un libro es iniciar una aventura y dejarse en manos de un guía que te conduce a un lugar por descubrir. ¿Adónde se puede llegar de su mano? -A muchos sitios. Se puede llegar al ateísmo, al suicidio, al enamoramiento, al socialismo... -Me gustaría hacerle algunas preguntas personales. -También me las puede hacer usted indiscretas. -Si me dejo llevar de los titulares que acompañan a su persona, de sus respuestas y comentarios en diferentes medios de comunicación, llegaría ante un Umbral muy distinto al que tengo ante mí en este momento. ¿Cómo se puede ser tierno y cruel a la vez? -En la vida social y pública, que es la que recoge por ejemplo la televisión, hay que defenderse, porque si no le devoran a uno. En cambio escribiendo aquí tranquilamente puedo expresarme como soy, un buen chico. No tengo a nadie que me acose. Estoy relajado con mi gata, sin problemas. -¿Por qué con frecuencia se acude a usted buscando morbo y provocación? -Está en las leyes del periodismo que ante todo siempre hay que buscar un titular. Eso hace que en ocasiones se emplee una frase -incluso manipulándola- para darle más fuerza a una entrevista o una declaración. -Llega la pregunta obligada. Con esa mente tan prolífica, ¿qué le sirve de fuente de inspiración? -No tengo una única fuente de inspiración. Estoy en contacto con políticos, periodistas, gente con la que cambias opiniones y siempre te informan de algo. Luego están las distintas noticias que aparecen en los periódicos que siempre presentan cosas interesantes. Procuro que mi columna no sea algo lineal. Para ello hace falta estar muy informado y tener grandes dosis de imaginación que permitan hilar lo que está ocurriendo. En literatura es un proceso más lento. Estamos terminando la entrevista y se acerca el momento de las fotos. Umbral se retoca -tiene el pelo alborotado- y la pregunta me la pone en bandeja. ¿Es presumido? -Muy presumido, de toda la vida. Me gusta cuidarme... pero sin ser homosexual ni nada -me aclara-, porque parece que todos los hombres que se cuidan son homosexuales.... pues no.
por Mariló Hidalgo, in "Revista Fusión". |
posted by George Cassiel @ 3:51 da tarde |
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GEORGE CASSIEL
Um blog sobre literatura, autores, ideias e criação.
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"Este era un cuco que traballou durante trinta anos nun reloxo. Cando lle
chegou a hora da xubilación, o cuco regresou ao bosque de onde partira.
Farto de cantar as horas, as medias e os cuartos, no bosque unicamente
cantaba unha vez ao ano: a primavera en punto."
Carlos López, Minimaladas (Premio Merlín 2007)
«Dedico estas histórias aos camponeses que não abandonaram a terra, para encher os nossos olhos de flores na primavera»
Tonino Guerra, Livro das Igrejas Abandonadas |
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